Así como en medio de un campo de batalla puede nacer la esperanza, así nació Skateistan para los niños afganos desplazados por la guerra.  

Esta escuela de skate, fundada en Kabul el 2007, acoge a más de 500 niños, entre 5 y 18 años. Muchos de ellos no tienen hogar o son refugiados. El proyecto apuesta, especialmente por las niñas, puesto que en Afganistán las mujeres difícilmente pueden estudiar y tienen prohibido manejar bicicleta. "No podrán manejar bicicleta, pero pueden manejar skate", dicen en su página web. De ahí que el 40% del alumnado sean mujeres.

“La gente que cree que el stakeboarding es solo para niños está equivocada. La palabra ‘deporte’ significa que todos pueden jugar por igual, niños y niñas”, dice Tin, un patinador de 20 años que trabaja como líder de grupo.  

 "La gente suele pensar que solo enseñamos a patinar”, dicen en su portal. Sin embargo, explican, esta escuela no solo enseña a mantener el equilibrio sobre una tabla, sino que además ofrece un programa completo de educación no convencional: clases de pintura, tecnología y otros deportes como basket y fútbol. A la par con el deporte y la diversión, las chicas aprenden a escribir y hacer operaciones matemáticas. Todo en un ambiente alejado de los fuegos cruzados y ataques con bombas. 

El proyecto educativo ha tenido un impacto muy positivo en la vida de cientos de niños y niñas. Esto le ha valido  el premio de la fundación LEGO, un reconocimiento a favor de los proyectos del tipo “aprendiendo a través del juego”, y el premio a mejor documental en el "Cinema for Peace" de Berlín por "Skateistán: Cuatro Ruedas y una Tabla en Kabul”.

Y es que el skateboarding no es cualquier deporte: se necesitan confianza, coraje y destreza física. Para los organizadores, esas cualidades les dan los niños “herramientas para afrontar la vida y esperanza para el futuro”, asegura Tony Hawk, uno de los mejores skaters del mundo y embajador de esta escuela afgana.

Frente a tan buenos resultados, el director del proyecto, el skater de origen australiano Oliver Percovich, decidió fundar cuatro escuelas más en distintas ciudades de Oriente: Skateistan- Camboya, en 2011; Skateistan Mazar-e-Sharif, en 2013; y Skateistan- Africa del Sur, en 2014.

Las escuelas se financian con ayuda de entidades internacionales, venta de adornos, donaciones y asistencia de voluntarios de todo el mundo. Si quieres sumarte al proyecto, con donaciones o voluntariados, puedes hacerlo aquí.

En el siguiente video, las niñas afganas explican cómo es un día normal en esta escuela poco convencional.

(foto de portada: www.skateistan.org)