“Leerás sobre políticos deshonestos y detectives inexpertos, altares satánicos y ambulancias robadas, la clase media y los nuevos ricos, policías corruptos y diseñadores gráficos solitarios. Algunas historias giran alrededor de cadáveres, mientras otras solo insinúan una posible brutalidad. De todas formas cada autor ha utilizado la estructura del género negro para expresar su propia mezcla de ansiedades políticas, sociales y personales“.

Con estas palabras, el editor y escritor Daniel Galera explica al lector lo que encontrará en los cuentos que conforman la antología Latinoamérica criminal (Random House). Inicialmente, estos textos aparecieron en la prestigiosa revista McSweeney’s (número 46).

foto:saforpress

El mundo del crimen ha suscitado el interés de los escritores desde siempre. Y Latinoamérica no ha sido la excepción. Recordemos que la actividad 'al margen de la ley' nos revela, a su manera, el complejo funcionamiento de una sociedad.

Los cuentos seleccionados han sido escritos por autores que en los últimos años han empezado a 'sonar fuerte' en la literatura escrita en lengua española: Rodrigo Blanco Calderón (Venezuela, 1981), Rodrigo Hasbún (Bolivia, 1981), Mariana Enriquez (Argentina, 1973), Andrés Ressia Colino (Uruguay, 1977), Santiago Roncagliolo (Perú, 1975), Alejandro Zambra (1975), Rodrigo Rey Rosa (Guatemala, 1958), Andrés Felipe Solano (Colombia, 1977), Juan Pablo Villalobos (México, 1973) y Jorge Enrique Lage (Cuba,1979). De Brasil aparecen Carol Bensimon (1982), Bernardo Carvalho (1960) y Joca Reiners Terron (1968).

daniel calera, editor de la antología/foto: veja.abril.com.br


NUESTRA VIOLENCIA

Estos escritores comparten historias que parten de una violencia que, lamentablemente, se ha vuelto cotidiana en sus países. Así lo expresa, por ejemplo, el cuento de El chico sucio de Mariana Enriquez, citado por el diario La Tercera de Chile: "¿Había narcos así en Constitución? ¿Como los que me sorprendían cuando leía sobre México?".

Jorge Enrique Lage, por su parte, describe, en su cuento Perras, el drama de un transexual llamado Amy Whinehouse que se ilusiona con el ofrecimiento de un amante de llevarla a Miami y dejar atrás la Cuba castrista.

Pero la violencia también se ejerce entre dos fronteras. Así lo entiende Rodrigo Rey Rosas quien desarrolla, en 1986, la historia de un hombre que es encerrado en un cuarto ubicado en un bosque, parte de un territorio limítrofe de Centroamérica.

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