Del primero al doce de diciembre se llevó a cabo la COP20, una cumbre que tenía por objetivo llegar a acuerdos vinculantes internacionales para combatir el cambio climático. Al final, los resultados, según diferentes especialistas, dejaron mucho que desear (aunque el ministro Pulgar Vidal insiste en señalar lo contrario).
En medio de esta cumbre internacional se presentó un importante informe titulado Conquistadores corporativos (puedes descargarlo aquí) sobre el nocivo comportamiento ambiental de tres empresas internacionales en la región andina.
Elaborado en conjunto por el Centro para la Democracia, Observatorio Europeo de Corporaciones (CEO) y el Instituto Transnacional (TNI), el estudio detalla las actividades de tres multinacionales: Repsol, Glencore-Xstrata y Enel-Endesa.
En el caso del gigante español de hidrocarburos, se detalla como la incensante búsqueda de reservas de gas y petróleo en el Perú amenazan bosques y territorios indígenas. Al mismo tiempo, el estudio detalla las maniobras de Repsol para sacar provecho de los mercados de carbono.
En tanto, la Glencore Xstrata ha apelado a las maniobras políticas para expandir sus operaciones mineras de cobre en la región de Espinar (Cusco) ¿Cuál es el problema de esto? Muy sencillo: la contaminación de los escasos recursos hídricos (a consecuencia del cambio climático) que tiene la zona mencionada. Así, los ciudadanos de Espinar luchan contra dos frentes y uno cuenta con padrinazgo político.
Enel-Endesa, por su parte, opera en Colombia, a través de su filial latinoamericana Emgesa. El plan de esta corporación es presentar una enorme represa hidroeléctrica como un proyecto de energía limpia. No obstante, la electricidad generada tiene como destinatario la industria sucia. Y peor aún, será vendida a un precio barato. En el desarrollo de este plan, bosques, ríos y comunidades enteras está siendo perjudicados.
Ahora bien, ¿por qué este informe no tuvo más notoriedad en la COP20? La respuesta la tiene Pascoe Sabino, representante de CEO. El funcionario, en declaraciones para el programa radial estadounidense Democracy now, señaló que uno de los baches para luchar contra el cambio climático es el 'lobby' de las empresas de combustibles fósiles con diferentes gobiernos y, por ese motivo, es "necesario sacarlos del proceso, no solo de las Naciones Unidas sino de la política climática global".
Agregó, además, que en Lima (durante la COP20) una de las principales causas para el retroceso de los compromisos sobre financiación (para los países afectados por el cambio climático) han sido las empresas de combustibles fósiles. Por este motivo, Sabino resalta la importancia de combatir, desde la ciudadanía, a estos enemigos del medio ambiente: "[...] tenemos que empoderarnos en casa y tenemos que construir una rendición de cuentas. Y una de las formas es deshacerse de la influencia de la industria de los combustibles fósiles , ya sabes, de esas conversaciones , de nuestros gobiernos nacionales , y así, realmente, construir nuestro poder"