Son 21 años ya y aún no hay justicia para Kenneth Anzualdo Castro. En 1993, durante la dictadura de Alberto Fujimori, tenía 25 años y estudiaba Economía en la Universidad del Callao. La noche del 16 de diciembre, cuando regresadaba a su casa, Kenneth fue secuestrado por agentes del Servicio de Inteligencia y luego trasladado al Pentagonito (que fue sede de la COP20) donde fue torturado, asesinado e incinerados sus restos. El 22 de setiembre del 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sentenció al Estado peruano por la desaparición forzada de Anzualdo.
Recién en julio del 2013, el Estado peruano pidió disculpas públicas a la familia de Kenneth en una ceremonia en la que participó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Daniel Figallo. Sin embargo, la Corte IDH pidió, además, el pago de una indemnización a los familiares de la víctima. Y esto aún es un tema pendiente.
Además, en este caso están involucrados Vladimiro Montesinos Torres, Nicolás de Bari, Jorge Nadal y Enrique Oliveros. Hasta el momento no hay sentenciados. "En el Perú aún no hay sentenciados por la desaparición de Kenneth Anzualdo (...) El Estado le sigue dando la espalda a su familia", señala la Coordinadora Contra la Impunidad en su cuenta de Facebook.
imagen: coordinadora contra la impunidad
(Imagen de portada: Ilustración de Claudia Denegri)
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