El trabajo de Ishmael Randall Weeks (Cusco,1976) se ha centrado desde el comienzo en problematizar a través de la escultura, la instalación y el video, ideas como la urbanización, la transformación, la regeneración, el escape y el colapso. Así alterando materiales residuales reciclados, Randall construye espacios y objetos que componen narrativas alegóricas a través de un vocabulario que referencia tanto su vida personal como la de la sociedad contemporánea. Soñar para mañana, su más reciente exhibición, está compuesta de cinco instalaciones y un film de 16 mm.

foto: difusión.

Las instalaciones de esta muestra son, más allá de su materialidad concreta, de una sutileza excepcional. El visitante se ve confrontado a una serie de estructuras que parecen surgir natural y espontáneamente en el espacio; instalándose en el para convivir con él, habitarlo, no simplemente ocuparlo.

En una primera impresión podría pensarse que la muestra es una mera colección de instalaciones muy distintas entre sí. Sin embargo, el artista elude la discusión sobre el material y su naturaleza, por el contrario demuestra que la unidad de las piezas puede surgir de las operaciones mentales que registra. Prueba de ello es la utilización de una amplia variedad de materiales, que va desde el vidrio hasta las baldosas, pasando por el metal, la madera y la piedra.

foto: difusión.

Esta muestra parece dar cuenta, de que luego un gran trabajo depurativo, Randall ha dejado las palabras para empezar a pensar e intuir puramente en espacio. Las piezas de la muestra parecen ser los cimientos de sus reflexiones cotidianas; mientras que algunos tomamos apuntes, Randall realiza esculturas. Las instalaciones del artista pueden contener dentro de su propia naturaleza, la armonización de ideas confrontadas como lo suspendido/fijo y lo móvil. Es así que casi imperceptiblemente la muestra es una manifestación física del pensamiento en estado puro y su discurrir por lo establecido.

foto: difusión.

Este pensamiento espacial, me atreveré a decir, excede rápidamente la mente del artista y reclama su materialización. Lo interesante es lo que sucede luego: la materialización de este pensamiento excede también el espacio de la galería, reclamando un lugar propio sobre espacios abiertos.

foto: difusión.

Las estructuras de Randall invitan a la interacción: lo que propone el artista es una especie de gran campo de juegos de la mente. Esta sugestiva propuesta, es más un detonador de dudas que un generador de certezas. El rango y la amplitud de su discusión es difícil de asir, pero sus resonancias calan hondo. Tal vez eso sea lo que realmente interesa a Randall: introducir en nosotros el germen de una nueva forma de pensar y el correlato material que le corresponde.



Soñar para mañana de Ishmael Randall Weeks va hasta el 20 de enero de 2015 en Revolver Galería [Recavarren 261, Miraflores] de martes a sábado de 2:30 p.m. a 8:00 p.m. El ingreso es libre. 


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