Lucia Monge, la artista detrás del proyecto, lo tiene clarísimo: "La idea surgió durante una caminata por Lima mirando las plantas, al descubrir la cantidad de energía y creatividad que la gente invierte en dejar basura dentro y alrededor de los árboles y plantas. Así las plantas van concentrando toda la basura que hay en la ciudad, las hojas ennegrecen por la contaminación, etcétera. También son podadas indiscriminadamente. La primera idea que tuve fue: si yo fuese una planta, me paro y me voy. Entonces, ¿qué pasaría si te encuentras con un bosque que camina por la ciudad?"

El Plantón Móvil va por su cuarta edición, esta gran marcha de las plantas se realiza una vez al año desde el 2010. Aunque en el 2013 no hubo recorrido, la iniciativa no se ha detenido y tampoco ha dejado de crecer. Como cuenta Lucia, la espontaneidad es parte esencial de esta idea: "La primera edición se hizo con una convocatoria a través de Facebook y así empezamos, con lo que teníamos: la silla de ruedas de mi abuela, un trabajador de Metro nos cedió cinco carretillas, habían skates, la gente llevaba sus plantas en la mochila..."

foto: difusión.

Este proyecto busca darle a las plantas una voz, la oportunidad de manifestarse y reclamar el espacio y respeto en una ciudad con cada vez menos áreas verdes. Este pequeño bosque que sale a marchar con nuestra ayuda es una experiencia sensorial completa. A través de esta manifestación implementar nuevos espacios sostenibles y hacer respetar los espacios que ya existen no parece una utopía. La idea se completa al final del recorrido sembrando plantas en un espacio público, dando a los participantes una pequeña demostración del impacto real que ellos mismos pueden tener dentro de la comunidad.

foto: difusión.

Las plantas son seres vivos y como tales forman parte de nuestra comunidad, no se trata solamente de ornamentos o fuentes de oxígeno. Como dice Lucia: “Se trata de ponerse en los zapatos, o mejor dicho en las raíces del otro. Es una manera de extender la comunidad y espero que esa conciencia se filtre a la vida cotidiana. Para mí era importante comenzar en la ciudad, porque es mi medio. Todos los que vivimos en la ciudad tenemos un montón de información sobre el cambio climático, sus consecuencias y como mitigarlo; pero todo está visibilizado desde la desaparición de la amazonia, en derretimiento de los polos, etcétera. Al final tienes que ser capaz de, en tu casa, en tu vida cotidiana estar conectado a eso. El cambio comienza dentro de tu contexto."

foto: difusión.

Si bien la coyuntura de la coyuntura de la COP 20 supone el momento ideal para generar un mayor involucramiento de la población, es importante darle continuidad a iniciativas de esta naturaleza; especialmente a aquellas que pueden aumentar su escala e impacto en nuestra comunidad.

El arte permite desarmar y recomponer las vías usuales de comunicación para utilizar lo mejor de ellas en aras de modos más efectivos de transformar nuestra percepción y, en ultima instancia, nuestras actitudes y acciones. Una de las anécdotas que relata Lucia es el ejemplo perfecto del nivel de involucramiento que la gente tiene con el proyecto: "En una edición anterior, Nicolás Wangeman compuso música especial para el bosque móvil y teníamos dos bicicletas que producían energía para los parlantes que reproducían la composición. Pero había tanta gente que la música se perdía. Cogí el megáfono y dije un par de cosas, luego lo pase a otra persona y así fue rotando. Entonces alguien empezó a hacer sonidos animales y de pronto todo se convirtió en una conversación animal. Ese tipo de cosas, que no puedes predecir, le dan complejidad y riqueza al proyecto. El proyecto básicamente propone una situación, pero vive de la gente. Entonces va tomando forma según los participantes."

foto: difusión.

Esta retroalimentación, que otras vías parecen haber viciado, es lo que dota al proyecto de su capacidad de impacto real. En una inadvertida colaboración, muy parecida a las de la naturaleza, los participantes dan forma al proyecto mientras que este da nueva forma a sus actitudes frente al medio ambiente.

Así, movilizando al bosque, movilizas conciencias.



La convocatoria para el recorrido es este domingo 7 de diciembre a las 11 am en el Museo Metropolitano de Lima [Av. 28 Julio con Av. Garcilaso de la Vega, Lima - Parque de la Exposición, Lima Cercado]. El recorrido finaliza en la Alameda de la Integración, sede del festival Futuro Caliente. Más información aquí.


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