El cortometraje 'Solo te puedo mostrar el color' nació durante el proceso de grabación del documental 'La espera', documental que informa y reflexiona acerca de lo que fue el Baguazo, la peor tragedia social de la última década en el Perú.
"Para realizar ese documental, mi sonidista y yo tuvimos que convivir con una comunidad awajún, para intentar entender, dentro de lo posible, un poco más de lo que significa su vida cotidiana y sus luchas y protestas. Así, ingresamos a la comunidad nativa de Santa Rosa, en Condorcanqui (departamento de Amazonas) y allí hicimos un taller de video con jóvenes integrantes de la comunidad que jamás habían visto o tenido o usado una cámara en su vida. Era un taller puramente práctico: aprender a usar las cámaras, las funciones, los botones, las tarjetas de memoria, los trípodes. Les entregamos las cámaras para que recogieran lo que quisieran mostrar. Eligieron los elementos más sencillos: sus árboles, sus ríos, sus caminos, sus nubes. En el imaginario del país los awajún son protestantes de caras pintadas que agitan lanzas. En el corto son jóvenes que graban nubes y cargan trípodes en sus espaldas". Así contó el cineasta Fernando Vílchez a LaMula.pe en enero de este año, cuando el corto fue elegido para competir por un Oso de Oro en la Berlinale.
Nueve meses después de esa experiencia alemana, la obra de Fernando vuelve a otro festival, esta vez se trata del Festival de Cine de La Habana, que se llevará a cabo del 4 al 14 de diciembre.
"Estos han sido tres largos años en los que todo el equipo ha dejado de lado parte de su vida habitual para prestar atención a una historia que por más trágica que fuera, no había sido suficientemente investigada ni contada ni analizada del todo", cuenta hoy a LaMula.pe.
El Baguazo –continúa– es la peor tragedia social de nuestros últimos años y en nuestro colectivo imaginario fue solamente un enfrentamiento entre policías y nativos ("salvajes", para mucha gente) que pasó en un lugar muy lejos, donde el presidente dijo una frase estúpida ("ciudadanos de tercera categoría") y poco más. Y, en realidad, estamos hablando de un hecho nacido de nuestras taras sociales más perturbadoras, alimentado por el discurso inflamable del 'desarrollo por el desarrollo', gracias a un gobierno que, además de ser arrogante y despectivo, termina desencadenando la tragedia con uno de los peores operativos policiales de la historia de la Policía Nacional del Perú. Que luego de esta historia ningún responsable esté preso es una condena moral que todos, como sociedad, debemos asumir.
A contracorriente
No es que el cine tenga que ser abiertamente 'político', pero que no se toquen ciertos temas cuando puedes tocarlos, es ser indirectamente –dice Fernando– cómplices de estas atrocidades. "Y nadie en mi equipo quiere ser cómplice. Por eso dejaron trabajos, esfuerzo y dinero en trabajar durante tres años en este proyecto que dio como fruto dos trabajos: el documental reportaje La Espera y el cortometraje Solo te puedo mostrar el color. Ambos se han visto a salas llenas en más de 20 países, y siempre ha generado entusiasmo, discusión y también dolor".
"No sé si lo que hemos hecho sea generar conciencia o no. Sé que hacer estas películas y buscar difundirlas en cines, universidades, colegios o calles al aire libre, todo eso es no dejar que un tema muera. El olvido es una segunda muerte y estamos tan involucrados con los personajes de nuestras obras, que intentamos ofrecer lo poco que podemos para evitar que ese olvido nos cubra. Lamentablemente es muy difícil, porque el discurso oficial siempre ha sido crear un mundo bipolar: o estás con los policías, con el gobierno, con el desarrollo del Perú, o estás en contra, con los awajún, con "los salvajes", con "los asesinos". Y ese discurso ¡nos lo hemos creído! Entonces, también hay un atentado contra nuestra inteligencia. Las crisis sociales que vivimos son demasiado complejas como para reducirlas de ese modo tan obsceno", explica.
Quienes seguimos el tema del Baguazo y sabemos que el de 'La Espera' –al igual que otras expresiones independientes sobre este y otros conflictos sociales– es un esfuerzo titánico, que es un arduo camino a contracorriente. "Es una lucha larga, desde luego. Nuestros acuerdos con salas de cine para estrenar la película se cayeron sin razón alguna. Al no 'estrenarse oficialmente', las películas no existen. No apareceremos en los Premios Luces, desde luego. Nos han saboteado presentaciones y hasta hemos recibido amenazas directas. Pero esas son cosas que pasan cuando te enfrentas a un sistema que está coludido. A punta de insistencia y solidaridad logramos difundir las obras a través de medios alternativos: cine clubes, organismos independientes, en diarios como La República y en internet", detalla Fernando.
Actualmente más de 70 mil personas han visto La Espera. Se ha visto, copiado, descargado, pirateado y exhibido en innumerables ocasiones. 'Solo te puedo mostrar el color' está viajando por todos los continentes. Y ahora llega a La Habana, a un festival donde seguramente podrán apreciar su valor cinematográfico y su compromiso moral, que sin duda lo tiene.
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