“Una economía verde es aquella que resulta del mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras se reducen significativamente los impactos ambientales”, dice la Alianza de Acción para una Economía Verde (PAGE, Partnership for Action on Green Economy), que apoya a países interesados en transitar hacia economías que son más inclusivas, utilizan los recursos de manera más eficiente y tienen bajas emisiones de carbono.
Su propósito es contribuir a la transformación equitativa y sostenible de las estructuras económicas nacionales en 30 países para el 2020. Y entre esas naciones figura el Perú, que fue seleccionado el año pasado luego de que el gobierno solicitara apoyo para avanzar en su transición hacia una economía verde. “El objetivo de largo plazo aquí es colaborar con proyectos que permitan incorporar el concepto de crecimiento verde en las políticas de desarrollo mediante el diseño de políticas públicas en sectores clave de la economía que propicien el uso eficiente de los recursos, la calidad y sostenibilidad ambiental y la creación del empleo verde”, dicen los directivos de PAGE.
El PNUMA cree que el cambio a una economía verde realzará nuestros esfuerzos para lograr la sostenibilidad al mejorar el bienestar humano y la equidad social, al mismo tiempo de reducir los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas. El crecimiento verde ofrece una oportunidad de corregir esa desconexión del 'comercio-como-siempre'. Nos involucra a todos, y es demasiado importante como para dejarlo simplemente a los gobiernos.
Recientemente, en coordinación con el Ministerio del Ambiente, el PAGE organizó el taller 'Crecimiento verde, el nuevo reto para el Perú' y su principal expositor fue Jason Eis, director adjunto del Global Green Growth Institute, quien habló sobre las experiencias globales en crecimiento verde. LaMula.pe conversó con él.
- ¿De qué hablamos cuando nos referimos a 'economía verde'?
- Hay que verla desde dos ángulos: ya sea como una economía que respeta principios verdes, preocupada por imparcialidad y justicia e incluyendo todo, o como una economía que con cada vez mayor frecuencia hace inversiones en tecnologías ambientales como la energía verde y en capital natural, por ejemplo suelo productivo, bosques, recursos hídricos.
- Para el Perú esto es nuevo, ¿cómo estamos en cuanto a economía verde?
Aunque ha avanzado en los últimos años, el Perú está todavía en el principio del camino hacia la economía verde. Hay programas para fomentar la eficiencia en el uso de recursos naturales, para ayudar a negocios verdes. Son más que nada programas piloto, son pasos básicos. Hay mucho por desarrollar institucionalmente y también en lo jurídico. Espero que eso se haga en los próximos cinco o diez años, pues el Perú está en un punto muy crítico ahora que se requiere implementar instrumentos para que el desarrollo sea sostenible. Es muy fácil no dar atención a estos asuntos, pero elegir un camino que no sea verde sería mucho peor y no sustentable.
De hecho, poner las bases de una economía verde toma tiempo, pero en el Perú se puede mejorar el conocimiento de estos temas. Todos los países tienen dificultades para iniciar otro tipo de economía; es una transición y se debe dar incentivos para que la industria de negocios se haga verde. Hay más oportunidades que barreras, en el Perú hay conocimiento en términos de uso de agua, de energía. No hay ninguna razón para que no se avance en la economía verde.
- ¿Cuánto contribuiría la economía verde a nuestro país?
- La economía verde aportaría mucho al bienestar del ciudadano. La contaminación del aire, del agua y de los suelos afectan negativamente a la salud, los países que no lo han enfrentado tienen problemas graves. El futuro del crecimiento económico es uno que debe ser más verde porque los recursos son agotables. Por razones de cambio climático la economía mundial también cambia, se ve un aumento grande en el sector energía renovable. Si el Perú quiere crecer con sostenibilidad, debe apostar por la economía verde; si pretende crecer, debe estar en los sectores emergentes verdes. En Asia, China y Corea del Sur lo han entendido y están fomentando una industria verde.
- En el Perú la actividad minera es intensa, ¿esto nos aleja mucho de una economía verde?
- Cada país tiene recursos naturales y los quiere explotar, y las actividades extractivas no deberían ir en contra de una economía verde. La explotación de los recursos debe minimizar los daños ambientales, para que no afecten de manera irreversible al medio ambiente. Se requiere buscar un balance, pero se debe tener en claro que no hay minería completamente limpia, siempre afecta. La economía verde propiciaría que estos efectos sean menores. Por eso en el Perú es necesario que haya una institucionalidad y marco legal que permitan un cambio de crecimiento, con tantos recursos que tiene no se puede dar el lujo de dañarlos.
- ¿Cuánto se ha sumado el sector privado a la economía verde?
- Las corporaciones están comenzando a hacer inversiones en la ecologización de las economías: las inversiones en energía renovable, en su mayor parte del sector privado, han aumentado. Hay evidencia de ahorros netos y ganancias potenciales a partir de un cambio de las inversiones, con prácticas de gestión verdes y haciendo más asequibles las tecnologías verdes.
- ¿Y el papel de los gobiernos?
Los gobiernos deben establecer estándares y proporcionar condiciones adecuadas, por ejemplo mediante el requisito de estándares de eficiencia para el uso energético y la reforma de los subsidios existentes para los combustibles fósiles, la industria pesquera y el uso de agua, que actualmente alientan una conducta insostenible. Además, deberían proveer acceso a educación, capacitación, cuidado sanitario y protección para asegurar una transición justa e imparcial para gente afectada de manera negativa por la transformación verde.
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