“El crecimiento económico no elimina la pobreza”

Sabina Alkire dice que no sólo se debe analizar la pobreza monetaria sino también el grado de nutrición y el acceso a salud y a buena educación.

Publicado: 2014-05-26

Mucho se habla del crecimiento económico del Perú, incluso recientemente el INEI dio nuevas cifras que muestran una reducción de la pobreza, pero ¿este acrecentamiento es suficiente para decir que somos un país menos pobre? “El crecimiento no necesariamente disminuye la pobreza multidimensional. Todas las variables deben ser consideradas. La correlación entre el crecimiento del PBI per cápita y los objetivos de desarrollo del milenio es prácticamente cero. Un enfoque multidimensional de pobreza define a la pobreza como un déficit con referencia a una línea de pobreza en cada dimensión del bienestar de un individuo”, dice Sabina Alkire, economista británica y directora de la Iniciativa de Oxford sobre Pobreza y Desarrollo Humano (OPHI por sus siglas en inglés), que estuvo la semana pasada en Lima invitada por la Pontificia Universidad Católica para participar en la V Conferencia de la Alcadeca.

En el 2007, ella y el investigador James Foster plantearon una metodología para medir la pobreza: el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que señala las diversas carencias de las poblaciones menos favorecidas. Sus hallazgos han permitido alcanzar más precisión en el análisis de la pobreza y con ello, en la planificación de políticas públicas que atiendan efectivamente incluso las necesidades de grupos específicos.

El enfoque multidimensional para medir la pobreza refleja de mejor manera las condiciones de la población; porque no sólo se basa en el ingreso familiar, sino también en otras dimensiones como salud, educación y condiciones de vida: acceso a electricidad, agua, desagüe, entre otros.

¿En qué consiste el IPM?

Es una medición de la pobreza que se enfoca en el ser humano y refleja el grado de privación de las personas en un conjunto de dimensiones que le son importantes para su bienestar, entre ellas, la salud, la educación y el empleo. El índice permite determinar la naturaleza de la privación según las dimensiones seleccionadas y la intensidad de la misma. Los países necesitan una forma de medir la pobreza que trascienda los cambios de gobierno y nuestro índice brinda esa posibilidad.

A través de esta herramienta salen a la luz los más pobres de entre los pobres, estos son aquellos que padecen la mayor cantidad de carencias simultáneas. Esta aproximación no sólo pone de manifiesto los cambios en la pobreza multidimensional, sino que además ilustra las tendencias de la exclusión social y la marginalización. Mide las carencias directamente y muestra en qué regiones o entre qué grupos la pobreza disminuye y de qué manera esta reducción se logra. Por ejemplo, permite observar si un grupo particular ha salido de la pobreza gracias a un mejoramiento en su acceso a la educación, al agua potable o a la electricidad.

Es una nueva forma de examinar la pobreza... la multidimensional...

Exacto, mi trabajo es medir la pobreza multidimensionalmente, lo que significa es que no solamente vemos pobreza monetaria sino también el grado de nutrición, acceso a salud, a buena educación. También agua, electricidad, saneamiento, basura, violencia, diferentes indicadores que funcionan en diferentes contextos.

Comenzamos con cada persona y hacemos un perfil de su pobreza. Por ejemplo, tú tienes una carencia si alguien en tu familia es desnutrida o si un niño ha muerto. Estos son los indicadores para la salud. Tienes una carencia educativa si alguien en tu familia tiene menos de cinco años de escolaridad o si un niño en tu casa no va a la escuela a la edad que debe hacerlo. Estos son los indicadores de educación. Para el nivel de vida son seis: tienes una carencia si no tienes electricidad, si el suelo es de tierra, si no tienes agua potable, si el saneamiento no es adecuado, si para cocinar usas lana, carbón, madera o desechos de animales; también tienes una carencia si no eres dueño de al menos uno de los siguientes equipos: radio, televisor, teléfono, moto, bicicleta, carro. Con estos indicadores podemos ver qué carencias tiene la gente. Sin embargo, tener una privación no es ser pobre. Si careces de una tercera parte de ellas, eres considerado pobre según nuestro enfoque.

“La pobreza es un asunto moral, no un partido de fútbol en el que se elige una cancha u otra. Los países necesitan una forma de medir la pobreza que trascienda los cambios de gobierno y el IPM ofrece esa posibilidad"
Pero cada país tiene indicadores o carencias distintas ...

Una primera ventaja de nuestro enfoque de medición es que los países o comunidades pueden ajustar los indicadores para su uso. La segunda es que miramos a través de todos los indicadores y analizamos la tasa de recuento de los pobres y su intensidad. Si sólo tengo una carencia quizás no soy pobre. Tal vez no tengo electricidad, pero tengo un generador de corriente, aunque no conexión. Esto lo que te dice es que una sola carencia no es suficiente para decir que un país es pobre, pero si no tengo electricidad, suelo, salud ni educación, entonces sí se puede hablar de un tipo de pobreza. La intensidad es el porcentaje de carencias que tiene esta persona y es lo nuevo de nuestra medición.

Cada país tiene sus propias mediciones nacionales con sus cortes y maneras de agregar los datos, por lo que comienzan a tener su propia medición multidimensional, que no es comparable para evaluar la pobreza nacional de Perú con la de Colombia, por ejemplo, pero tienen más relevancia para la política del país y porque refleja las expectativas de la gente. Esto hace que a ese nivel las cifras no sean comparables. El IPM es la cifra de comparación internacional de los 109 países que hemos medido. Podría haber medidas que determinen los países para compararse entre ellos y, luego, las nacionales.

¿Cómo contribuye el IPM a la formulación de políticas públicas efectivas?

Si tú o yo somos pobres por ingresos, los políticos apenas pueden verlo. Pero si somos pobres multidimensionales, los políticos pueden ver cuáles son tus carencias específicas y cuál es la intensidad, generándose mayor información. El índice actúa como un lente de alta resolución que te permite ver la intensidad de cada una de las personas y sus carencias específicas. Sin duda, la medición permitiría a los responsables de la formulación de políticas públicas ver con facilidad si acaso y de qué manera la pobreza multidimensional se ha reducido en ciertos países o grupos sociales. Más aun, podría ser fácil y rápidamente desagregada de manera de mostrar las desventajas sobrepuestas que enfrentan, por ejemplo, los trabajadores agrícolas o las familias con hijos pequeños en distintas regiones geográficas.

Hay mucho  énfasis en el crecimiento, pero a veces el crecimiento no reduce las carencias sociales. No existe relación entre el crecimiento y el avance de los Objetivos del Milenio a pesar del ingreso. Hay quienes consideran que si hay crecimiento económico todo va a estar bien, pero no es así, se requieren políticas especiales para atacar las áreas críticas.

¿Qué impide reducir la pobreza?

Falta de voluntad política. Las comunidades deben empoderarse para modificar su estatus. Y hay que cambiar el chip de que el crecimiento económico es suficiente.


Cuando el gobierno peruano mide la pobreza se refiere exclusivamente a la monetaria, con esta medición nos dice que la tasa de pobreza al 2012 es de 25.8%. Los cálculos de la Universidad del Pacifico, que mide la tasa de pobreza desde el enfoque multidimensional, nos dice que el 36.6% de la población está en condición de pobreza. 


Foto: Karen Zárate


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Escrito por

ALBERTO ÑIQUEN G.

Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores


Publicado en

Redacción mulera

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