La contaminación ambiental en nuestro país resulta un tema urgente que atender. Como si los derrames de petróleo en los ríos de la Amazonía peruana no fueran suficiente, esta vez se trata de Puno. La región sufre graves daños de contaminación que ponen en peligro la salud de los pobladores y la biodiversidad.
RÍOS CONTAMINADOS
cientos de pobladores marcharon frente al local de Administración de la Autoridad Local del Agua/ foto: ZENAIDA ZEA
En agosto pasado, más de 500 pobladores de Coata, Capachica y Caracoto salieron a las calles de Puno a pedir que la Entidad Prestadora de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Seda-Juliaca) deje de verter las aguas residuales en los ríos Coata y Torococha. Hoy, esos afluentes se encuentran tan contaminados que no ha sido posible potabilizar sus aguas. Además, el número de peces y plantas de totora --con las que se elaboran las famosas barcas puneñas-- han disminuido considerablemente, señala una investigación llevada a cabo por La República.
Debemos señalar que los ríos Coata y Torococha desembocan en el Lago Titicaca, por lo que esta laguna turística también se vería afectada en un futuro cercano.
¿ACCIONES?
dirigentes muestran agua contaminada en envase de plástico. foto: blas condori
En agosto el alcalde de Puno, Nicanor Condemayta, firmó un acuerdo con la población, asegurando que se reuniría con Seda-Juliaca para “tratar el tema”, según reporta el diario local Los Andes.
Sin embargo, las acciones se siguen haciendo esperar. Por eso a fines de octubre pasado, los dirigentes de las comunidades afectadas se acercaron nuevamente al gobierno regional para reafirmar el pedido de descontaminación.
aguas contaminadas en los ríos de juliaca/ foto: el comercio
El agua contaminada de los ríos afecta la salud de los pobladores, quienes presentan ronchas en todo el cuerpo. “Todavía no recibimos atención médica por estos hechos”, declaró Dionicio Barreda Pelinco, presidente del Comité de Lucha de la Cuenca del Coata, a RPP. El ganado y los cultivos también perecen.
Recién el 14 de noviembre, funcionarios del Ministerio del Ambiente se acercaron al lugar para inspeccionar. La conclusión ha sido instaurar una mesa técnica de trabajo para deliberar cómo remediar el problema que causan las aguas servidas sobre ríos que sirven para alimentar ganado y regar cultivos. Pero aún no hay acciones.
Solo han optado por abastecer a la población de agua potable con tanques cisternas para que cubran sus necesidades básicas. Esa supuesta medida no ha dejado conforme a los pobladores. Lógicamente los tanques cisternas no detienen la contaminación del río y tampoco tienen suficiente líquido para alimentar al ganado y regar los cultivos.
Las comunidades continúan exigiendo que el río Coata sea declarado en estado de emergencia ambiental. De otro modo seguirá ignorándose el problema de fondo.
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(foto de portada: Youth Fraternity Foundation)
