Cuando un desastre natural se relaciona con el cambio climático y el impacto del ser humano en la naturaleza, siempre hay algún escéptico que afirma que en todas las épocas han existido terremotos, sequías, inundaciones, olas de calor o tornados, por lo que es injusto relacionarlo con el cambio climático. Sin embargo, estos fenómenos nunca habían sido tan numerosos y devastadores como lo son en la actualidad. En el 2013, por ejemplo, se estima que hubo el doble de catástrofes naturales de lo que se considera normal, y la mitad de ellas estaban directamente relacionadas con el cambio climático. Pero eso no es lo peor: si sigue aumentando la temperatura promedio del planeta, la cantidad de estos fenómenos podría multiplicarse hasta límites inimaginables y su violencia puede causar la destrucción de países enteros

Un -aparentemente pequeño- cambio en algunas variables climáticas como pueden ser el aumento actual de 0,8º en la temperatura del planeta o la crecida de unos centímetros del nivel del mar, pueden originar un desequilibrio en el medio ambiente que se traduzca en un aumento en cuanto a número e intensidad de fenómenos meteorológicos.

Sequías

Un estudio de la Universidades de Cornell y Arizona junto con el Servicio Geológico de Estados Unidos, advierte de que el cambio climático va a provocar las peores sequías de los 2.000 últimos años.

En las regiones semiáridas, como por ejemplo el territorio estadounidense, hay un 80% de probabilidades de sequías que duren más de 10 años, según el estudio, y en las regiones subtropicales parece que las consecuencias pueden ser todavía peores.

Estas sequías pueden causar millones de desplazados en el mundo, ya que la falta de agua hará inhabitables algunas áreas, causará migraciones e incluso se especula ya con lo que se ha llamado la Guerra del Agua”: según el Pacific Institute, una organización sin ánimo de lucro que estudia los recursos del planeta, esta es una posibilidad real, ya que el agua es un recurso necesario para la vida y sólo un 2,5% de todo el agua del planeta es dulce (y no toda el agua dulce es potable). De hecho, el secretario de las Naciones Unidas, Ban-ki-moon, ya ha advertido de que “más de 780 millones de personas hoy en día no tienen acceso a agua potable, especialmente en África”, pero la cifra se puede multiplicar debido al cambio climático.

En estos momentos, Sao Paulo, la ciudad más grande de América Latina, vive la mayor sequía de su historia y el Departamento de Estado de Estados Unidos ya ha catalogado la falta de agua como una amenaza a la seguridad nacional.

cosechas arruinadas por la sequía

Inundaciones

Todos tenemos en la memoria las recientes inundaciones en Pakistán y la India que dejaron más de 400 muertos y 450 pueblos y ciudades completamente sumergidos. Unas cifras aterradoras que sin embargo no son tan escalofriantes como las del pasado año, en la que más de 6.000 personas perdieron la vida sólo en Pakistán. A pesar de que los monzones son normales en algunas épocas del año en esa zona, en los últimos años la intensidad de estos monzones ha sido la más alta de los últimas seis décadas.

Los expertos creen que en algunas zonas aumentarán las sequías y en otras las precipitaciones, aunque incluso se pueden dar ambas en un mismo lugar tal como ha ocurrido en Australia, donde pertinaces sequías han precedido a grandes inundaciones.

Además, el informe que presentó este año el Panel Intergubernamental de la ONU sobre el cambio climático alerta sobre una mayor probabilidad de inundaciones en zonas costeras y cuencas de ríos debido al aumento del nivel del mar, la erosión de costas y la creciente urbanización en zonas de alto riesgo alrededor del planeta.

inundaciones en pakistán

Olas de calor

En enero de 2013, Australia sufrió una ola de calor que le llevó a mantenerse durante más de una semana con temperaturas superiores a los 40º, lo que provocó más de 300 incendios forestales que calcinaron 100 mil hectáreas de bosques. Fue el año más cálido de la historia de Australia, donde la temperatura ha aumentado 0,9 grados en el último siglo. En el informe que se realizó, se concluyó que la culpa de esa ola de calor podía atribuirse en gran parte al cambio climático producido por el ser humano.

Pero esa no fue la única ola de calor en el año 2013. En Japón, otra ola de calor se cobró 87 vidas y se registraron 54.000 hospitalizados. En el Reino Unido se estima que alrededor de 800 muertes prematuras fueron causadas por la ola de calor, y en China fueron 40 los fallecidos en la época más calurosa registrada en los últimos 140 años.

Un estudio publicado por la American Meteorological Society, que estudió varios fenómenos naturales extremos, entre ellos 5 olas de calor en diferentes partes del mundo, identificó en todas ellas la vinculación del ser humano y el cambio climático, asociado principalmente a la quema de combustibles fósiles.

incendio provocado por la ola de calor de australia

Tornados

El fenómeno de los tornados es más difícil de conectar científicamente con el cambio climático que otros fenómenos meteorológicos, pero se ha verificado que en los últimos años ha habido un aumento de los tornados, se han producido en lugares que nunca antes se habían producido como Europa y algunas zonas de Chile, y también que hay una tendencia a que se produzcan muchos en una misma zona y no de manera individual. Ante estas evidencias, Patrick Marsh, del Centro de Predicción de Tormentas, afirma que “sabiendo que el clima ha cambiado desde la década de los 70, el cambio climático puede ser un argumento circunstancial en las alteraciones que se han producido en los tornados”.

El experto en cambio climático J. Marshall Sheperd, declaró después del huracán que arrasó la localidad de Moore, en Oklahoma, que “en mi opinión, este tornado probablemente hubiera ocurrido independientemente de si hay cambio climático o no. La pregunta es: ¿aumentamos el riesgo y la probabilidad de acontecimientos más extremos en general a medida que nuestro clima cambia?”.

en los últimos años se han producido tornados en zonas en las que nunca antes se había dado este fenómeno

Deforestación

Se estima que el 25% de los gases contaminantes que se emiten a la atmósfera provienen de la deforestación, ya que lo árboles están compuestos en un 50% de carbono, y al talar los árboles, el carbono que almacenan vuelve a la atmósfera.

La deforestación de los bosques crea un círculo vicioso, ya que son los bosques los que absorben en CO2 de la atmósfera, y si hay deforestación, el CO2 de la atmósfera aumenta y contribuye al cambio climático, lo que a su vez perjudica a los bosques ya que cambian los patrones de temperatura y lluvias, y por tanto, crea más deforestación.

Varios estudios han llegado a la conclusión de que un aumento de 2º en la temperatura y un descenso del 10% de las precipitaciones -algo que ya no está lejos de la realidad climática actual- podría reducir drásticamente la vegetación de climas templados, que incluso podría llegar a desaparecer en algunas zonas.

campaña de la wwf contra la deforestación del amazonas, "el pulmón del planeta"

También otros fenómenos naturales como terremotos, tsunamis o huracanes han sido asociados por diferentes estudios al cambio climático. Pese a toda la investigación que se está llevando a cabo en los últimos años, el comportamiento de la naturaleza frente al cambio climático es imprevisible y las consecuencias puedes ser peores de lo esperado.

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