Lo único en lo que están de acuerdo los ministros de sanidad europeos es en que quieren aumentar la vigilancia para conseguir controlar el ébola y que no se extienda por Europa. Por lo demás, cada país seguirá las estrategias que considere necesarias. No hay ningún plan europeo conjunto.
La reunión de todos los Ministros de Sanidad de la UE se produce cuando ya son tres los sanitarios contagiados por ébola fuera de África, dos en EE.UU. y uno en España. En todos los casos, los sanitarios han contraído el ébola por fallos en los protocolos de seguridad que han puesto en riesgo a mucha gente, ya que la enfermedad tiene un periodo de incubación de hasta 21 días (aunque según un reciente estudio podrían ser más) en los que padeces la enfermedad y puedes contagiarla, pero no tienes ningún síntoma. Una vez que la enfermedad comienza a manifestarse, los primeros síntomas (fiebre, dolor muscular y debilidad intensa) pueden ser fácilmente confundidos con otras enfermedades comunes.
Ya son más de 4.500 personas las que han fallecido por la enfermedad. En estos momentos se producen alrededor de 1.000 casos a la semana, pero la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha pronosticado que en diciembre podrían llegar a los 10.000 contagios semanales.
En España, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, que fue el primer caso de contagio en Europa, evoluciona favorablemente. Los médicos confían en que se pueda salvar su vida al haber pasado ya más de 15 días desde que empezaron sus síntomas. Ayer, 4 personas más fueron ingresadas en España con posibles síntomas de la enfermedad. Uno de los posibles infectados viajó en la misma ambulancia que la contagiada, que no fue descontaminada hasta 12 horas después de que viajara la auxiliar de enfermería.
La crisis del ébola ha creado un profundo malestar en la sociedad española, ya que se han cometido muchos fallos de seguridad y desde el gobierno y el Ministerio de Sanidad su reacción ha sido la de no asumir sus propios errores y culpar a la propia enfermera contagiada. Entre los errores que se le reprochan al gobierno español destacan:
- Repatriar a los religiosos infectados por ébola sin tener los medios ni la preparación suficiente para el tratamiento y el aislamiento de los enfermos, extrayendo a los enfermos de la zona 0 con el riesgo de importar la enfermedad, como finalmente ha ocurrido.
- Sacrificar al perro de la contagiada, llamado Excalibur, una opción que fue duramente criticada tanto por científicos como por la opinión pública.
- No proveer al equipo sanitario de un material y una formación adecuada para tratar a los pacientes de ébola.
- Culpar a la propia infectada de no haber seguido el protocolo. El consejero de sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, llegó a decir de la infectada que “para aprender a quitar o ponerse un traje no hace falta un máster”, después de acusarla de mentir sobre su estado de salud. Desde numerosos partidos políticos y asociaciones ya se ha pedido su dimisión y la de la Ministra de Justicia, Ana Mato, por su mala gestión de la crisis.
En el resto de Europa, se trabaja para no cometer los mismos errores que han llevado a España a un estado de alarma, con una paciente infectada, 21 ingresados y 170 personas en observación, y se aumentarán las medidas de seguridad y los controles en aeropuertos, aunque como ha dicho el Ministro de Sanidad Alemán Hermann Gröhe a la salida de la reunión “ayudar a África también nos proteje. Esta ayuda, necesaria para las personas en África, es la más efectiva protección de la población en Europa”
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