El Espacio Fundación Telefónica busca desde su creación ser un motor para el fomento de la relación entre el arte y las nuevas tecnologías. Dentro de esa iniciativa ha albergado un sinnúmero de proyectos que incluyen el videoarte, el arte que utiliza computadoras o la música experimental.

El festival IMAGINA, presentado en estos días por tercera vez, es parte también de ese interés en las posibilidades que ofrece la tecnología en el campo del arte. En esta ocasión el festival presenta dos muestras de interés tanto para los aficionados a la animación como para los fanáticos de los videojuegos.
La exposición RENDER / Animación Digital: Mutaciones, curada por Omar Lavalle y Ada Quintana, incluye siete trabajos desarrollados por artistas en plataformas digitales. Tal vez los tres más interesantes de esta selección sean In the woods de Camille Scherrer (Suiza), Handimations de Matthias Brown (Estados Unidos) y Land de Masanobu Hiraoka (Japón).

In the woods utiliza la captura de movimiento para introducir al usuario en un juego interactivo que nos remite a los clásicos teatros de sombras. Las cualidades oníricas que tiene este híbrido entre animación y experimento tecnológico son una buena muestra de los alcances de un medio que todavía alberga territorios inexplorados. In the woods nos devuelve sin nostalgias a la infancia: ¿quién no quiere ser, al menos por un momento, un pavo real, un oso o un lobo?

Handimations, de Matthias Brown, es un trabajo interesante dentro del planteamiento de la muestra.  Si la idea es reunir animación en plataformas digitales, estas piezas mínimas hacen pensar automáticamente en lo contrario. Handimations remite doblemente a lo analógico: el soporte de sus imágenes es la piel humana y lo que se animan son las fotografías de estas ilustraciones. Los Gifs (esas sucintas animaciones que solemos encontrar en internet) que propone Brown desafían al espectador a construir por sí mismo la experiencia. Como sucede en los cómics: la acción se da entre viñeta y viñeta. 
Land, del japonés Masanobu Hiraoka, es un ejercicio de animación de un subgénero que podríamos llamar algo así como lo psicodélico-lechoso. En Land, las exploraciones generativas se suceden entrecruzando color, forma y sonido. El resultado se graba rápidamente en el espectador y horas después de verlo uno se sorprende recreándolo mentalmente por cuenta propia.

START es una plataforma promovida por el laboratorio creativo Domingo (Perú) que busca impulsar una nueva mirada sobre los videojuegos como herramientas para el arte. En esta, su segunda edición, presenta en dentro del festival una exhibición con siete videojuegos latinoamericanos. Dentro de esta selección los dos juegos que destacan son I wish I were the moon y Papo y yo. 

I wish I were the moon, del argentino Daniel Benmergui, es un juego que retoma la estética propia de los ochenta y propone dentro de un mínimo espacio, nueve finales diferentes. El juego no es un acertijo, es más bien una postal interactiva y la historia de dos amantes. Una demostración de las posibilidades que ofrece la interactividad y los recursos digitales para la elaboración de una narrativa personal.

Papo y yo del colombiano Vander Caballero, es sin duda el juego más interesante de la exhibición. La mecánica y los gráficos de Papo y yo no tienen nada que envidiarle a los juegos más elaborados de los últimos tiempos. Papo y yo es un juego sobre la violencia doméstica y sus consecuencias, insertado en una narrativa propia de un juego de aventuras. Mientras avanzamos iremos intuyendo que la fantasía en la que el protagonista se refugia se origina en una terrible realidad. Una excelente muestra de como a través de los videojuegos se puede discutir temáticas adultas de maneras complejas sin dejar de lado la diversión del usuario. 

IMAGINA III va de martes a sábado de 12 m. a 8 p.m. / domingos de 12 m. a 7 p.m, hasta el 29 de setiembre en el Espacio Fundación Telefónica (Av. Arequipa 1155, Santa Beatriz). El ingreso es libre.

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