Entonces, ¿por qué no podía ir a Marte? Los amenazó con los puños y les dijo que quería irse de la Tierra; todas las gentes con sentido común querían irse de la Tierra. Antes que pasaran dos años iba a estallar una gran guerra atómica, y él no quería estar en la Tierra en ese entonces. Él y otros miles como él, todos los que tuvieran un poco de sentido común, se irían a Marte. Ya lo iban a ver. Escaparían de las guerras, la censura, el estatismo, el servicio militar, el control gubernamental de esto o aquello, del arte y de la ciencia.

Ray Bradbury
Crónicas Marcianas

La premisa de Lifeless Planet es simple: durante la guerra fría un astronauta norteamericano aterriza accidentadamente en un planeta desconocido y pierde a los otros miembros de su tripulación, pronto descubrirá que la Unión Soviética ha intentado colonizar el planeta antes pero algo salió terriblemente mal.

Este es un juego que atrapa desde el comienzo, principalmente por el nivel de ansiedad que puede despertar en el jugador. Lifeless Planet destaca porque es un juego de acción distinto de lo que solemos ver. No estamos aquí para combatir alienígenas o prevenir una catástrofe, estamos aquí para explorar y sobrevivir. Si es posible, lograr regresar a la tierra. Además de eso, estamos solos, angustiantemente solos.

A lo largo de las diferentes zonas ecológicas que encontrará, que van desde el más yermo desierto al calcinante territorio volcánico, el jugador deberá usar todo su ingenio y los poquísimos recursos que tiene para poder sobrevivir y buscar una solución al misterio que esconde el planeta sin nombre.

La mecánica de Lifeless Planet combina lo mejor de los juegos de aventura con acertijos y puzzles complejos, que logran desde el comienzo retar al jugador al tiempo que lo seduce con una narrativa excelente. Lo sé porque me tomo tan solo dos días terminarlo. La primera vez que lo jugué, me quede casi toda la noche frente a la computadora y el resto del juego lo completé al día siguiente.

El juego está lleno de caminos falsos, caminos truncos, zonas a las que no tiene sentido acceder y eso le añade al sentimiento de soledad la cuota perfecta de ansiedad. El reto que propone Lifeless Planet es como correr una maratón mental: hay que luchar contra el desgaste. Tal vez algún día sea utilizado como simulación de entrenamiento para los futuros colonizadores de planetas. 

Una de las cosas que demuestra este juego, es algo que dicho puede ser evidente, pero que a simple vista no notamos: los juegos son un medio de comunicación. Son también, como se insiste hoy en día, una forma de arte, pero esencialmente juegos como este comunican en el sentido más amplio de la palabra. En Lifeless Planet se siente la presencia del creador, ideando los caminos por los que te hará transitar, los puzzles que te propondrá resolver y el grandísimo misterio que te pondrá al frente.

Como en Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, la experiencia de exploración de un planeta se transfiere del texto al lector (en este caso del juego al jugador) de manera tal, que al terminar ya no se volverá a ser el mismo.

Lifeless Planet está disponible para Mac y Pc.

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