Han pasado nueve días del cruel asesinato de cuatro nativos ashéninkas a manos de supuestamente madereros ilegales y hasta ahora sus cuerpos no pueden ser recuperados debido –según el gobierno peruano– a las dificultades en las vías de acceso a la zona fronteriza. Sin embargo, fuentes brasileñas señalaron a LaMula.pe que tampoco se puede llegar a donde están los cuerpos sin protección policial, que lo más seguro sería hacerlo con compañía militar ya que los narcotraficantes y los madereros ilegales están por todas partes.

Mientras tanto, en Brasil, los indígenas de Marechal Thaumaturgo, en Acre, hacia donde se dirigían los ashéninkas cuando fueron asesinados, están en alerta máxima, y es que uno de los caídos era de su etnia y estaba casado con una ashéninka peruana. Francisco Pyãnko, líder indígena de los ashéninkas brasileños, teme que lo mismo pueda ocurrir con ellos.

"Tenemos relaciones con las diversas comunidades de la región fronteriza y nuestra lucha es contra de los madereros y traficantes de drogas en la región. Para nosotros, está claro que estos asesinatos tienen relación directa con esto. Nos sentimos mortificados porque hay una sensación de inseguridad en el lado de Brasil, estamos muy enojados, pensábamos que ya no iba a haber asesinatos", dijo a G1, el portal de noticias de Globo.

Pyãnko también informó que el gobierno del estado de Acre, la Policía Federal, el Ejército de Brasil y la Fundación Nacional del Indio (Funai) están tomando cartas en el asunto. Los nativos quieren reforzar la seguridad en la frontera con el Perú. 

llamado al estado peruano

La ONG Comisión Pro-Indígena de Acre (CPI-AC) lanzó ayer un comunicado en el que reitera que hay una "sensación de inseguridad" en las comunidades fronterizas debido a la movilización de los líderes nativos que tratan de prevenir el ataque de 'bandas' sobre sus territorios.

"Esperamos que el Estado peruano inmediatamente investigue este caso, con precisión, y que estos asesinatos no queden impunes como en anteriores violaciones de los derechos indígenas. Asimismo reafirmamos la necesidad –ya varias veces expresado– de que las autoridades vigilen las fronteras, con acciones más continuas, apoyen a las comunidades indígenas que las habitan que son solitarios defensores del territorio brasileño", dice el comunicado.

A este comunicado se sumó el pedido del gobernador de Acre, quien ha solicitado apoyo del Ministerio de Justicia para garantizar la seguridad de los ashéninkas brasileños. Por lo pronto, un contingente de la Policía Federal ha sido enviado a la zona fronteriza y se espera que las Fuerzas Armadas hagan lo mismo. Este despliegue es en respuesta a los pedidos del gobernador de Acre y la ONG antes mencionada. En tanto, Pyãnko es el encargado de relacionarse con las comunidades y tratar de comprender mejor lo que ocurrió con los nativos asesinados.  

Como sabemos, ayer la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) emitió un comunicado en el que repudiaba los asesinatos de los líderes indígenas y criticó la actitud indiferente de las autoridades de Ucayali, que nunca respondió a las reiteradas denuncias hechas por Edwin Chota contra los madereros ilegales y narcotraficantes.  

Según Fenamad, los madereros siguen actuando con impunidad para asesinar a los líderes indígenas. La organización denuncia el abandono permanente en el que viven los pueblos indígenas del Estado peruano, que sufren violaciones sistemáticas de sus derechos, como la superposición de sus tierras ancestrales y el saqueo indiscriminado de sus recursos naturales, a menudo con el apoyo de funcionarios corruptos.

dispuestos a todo

Periodistas de Acre dijeron a LaMula.pe que como uno de los ashéninkas asesinados tenía parientes en Brasil, las autoridades de ese país han tomado seriamente el caso. Por otro lado, en la zona de Acre el temor se mezcla con impaciencia, pero al ratificarse que estos crímenes han ocurrido pese a los pedidos de ayuda a los estados peruano y brasileño, crece el rumor de que los nativos brasileños estarían dispuestos a un enfrentamiento armado contra los narcotraficantes y madereros ilegales.


(Foto: Scott Wallace)