Clanes de nativos mascho–piro, que huyeron del contacto con Occidente hacia las cabeceras de los ríos de Madre de Dios durante el estallido del boom del caucho a finales del siglo XIX y principios del XX, estarían siendo impelidos a abandonar la condición de aislamiento voluntario por la presión sobre los recursos de sus territorios y la expansión de enfermedades respiratorias comunes, como la gripe, para las que no tienen defensas. 

Ayer la ONG Survival reportó que un bote con una misionera evangélica de la comunidad nativa de Diamante fue vista entregando plátanos y ropa a niños de la etnia mascho–piro que se habían acercado a una de las playas del río alto Madre de Dios, en las inmediaciones del Parque Nacional del Manu, mientras sus padres posiblemente se encontraban cazando monte adentro. El bote en el que iba la misionera, llamada Nelly (de acuerdo con una publicación en Facebook de la Fenamad –Federación de Nativos de los ríos Madre de Dios y Afluentes) pertenecería a la empresa de turismo Expediciones Vilca. 

El hecho fue atestiguado desde la otra orilla del río por un equipo del Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal Amarakaeri (ECA-RCA), cuando volvía el 6 de septiembre de una viaje a la zona alta del Madre de Dios, en una misión del PNUD. Según la declaración de un miembro de este equipo, citada por Fenamad:

“Nosotros hemos estado al frente más de una hora para ver lo que pasaba. Los hermanos aislados gritaban cada vez que pasaba un bote. Según informaciones, piden machetes, ollas y plátanos, no quieren ropa, se la ponen un rato y luego la botan. A veces incluso les dejan gaseosas y cerveza”. 

En cuanto los motoristas y pasajeros advirtieron que eran observados, emprendieron la huida. Quedó en la playa la misionera evangélica que, según el mismo reporte de la FENAMAD, declaró que llevaba plátanos a solicitud de los propios mashco–piro, pero que las empresas turísticas estarían regalándoles ropa. 

Este contacto se suma a la lista de los que han ocurrido durante los últimos meses. En agosto se supo que una tribu de indígenas en aislamiento voluntario en el Perú huyó al Brasil por la presión que los madereros ejercen sobre sus territorios, y contactaron a una comunidad indígena ya asentada, contagiándose casi de inmediato de una infección respiratoria; y se produce en medio de denuncias sobre empresas turísticas que estarían organizando 'safaris humanos' para divisar a estos grupos indígenas en la selva. De acuerdo con un artículo publicado en The Guardian en 2012, el periodista David Hill telefoneó personalmente a varias compañías operadoras de turismo a pedir un tour que le permitiera tomar contacto con nativos en aislamiento volutantario. Y esto fue lo que le respondieron: 

"Los no–contactados han sido vistos en el río Madre de Dios, en el Parque Nacional del Manu, dígame cuántos días quiere su tour y se lo personalizamos para usted y su grupo." 

"Es 100% seguro que los verá, en el 2011 salieron entre los meses de mayo y octubre"

"La mejor época para ver a los nativos no–contactados es al final de la temporada seca, cuando las tortugas ponen sus huevos en las playas de los ríos. Nuestro producto que más distancia cubre es de 8 días y 7 noches a la Reserva de Biósfera del Manu"

Por su parte, ayer la Fenamad informó que se logró un acuerdo luego de una reunión con la Comisión Especial de los Pueblos en Aislamiento Voluntario del Gobierno Regional de Madre de Dios y su presidente, Jorge Aldazábal. La Comisión ha aprobado una ordenanza que restringe indefinidamente el tránsito hacia las zonas donde estos clanes han sido avistados. 

Al mismo tiempo, el pasado 9 de septiembre, dirigentes de la Fenamad liderados por César Jojajé se reunieron también ayer con la antropóloga Lorena Prieto, representante del vice ministerio de interculturalidad, en la Dirección Desconcentrada de Cultura de Madre de Dios. Allí acordaron conformar un comité de emergencia compuesto por la Fenamad, las municipalidades involucradas y varias direcciones del gobierno regional (salud, turismo, desarrollo social, cultura, etc.) y la Defensoría del Pueblo; también se comprometieron a contratar a dos agentes de protección de la Fenamad y evaluar la contratación de más personal de aquí a 2015, y realizar una visita al puesto Mashco de la Fenamad para evaluar sus condiciones y apoyar su implementación. 

Hay que recordar que se han abierto a licitación cuatro nuevos lotes petroleros en Madre de Dios, uno de ellos colindante con la Reserva Territorial para Pueblos en Aislamiento Voluntario. Esto supondrá un nuevo escenario y una nueva amenaza para los pueblos en aislamiento voluntario de Madre de Dios, ya de por sí vulnerables. En él, además de los peligros para su salud que supone el contacto con madereros, cazadores, mineros o empresas de turismo, se sumará el contacto con los trabajadores, campamentos y operaciones de empresas petroleras. 

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