Se dirigían hacia la zona fronteriza con Brasil para impedir que narcotraficantes y madereros ilegales sigan operando. Edwin Chota Valera, Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quinticima Meléndez y Francisco Pinedo fueron amarrados y baleados frente a sus parientes en la comunidad nativa ashéninka de Saweto en las cabeceras del río Tamaya el 1 de setiembre pasado. La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) exige todo el peso de la ley para los culpables de estos asesinatos.


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