El inquietante Méliès
Recordando tres cortometrajes donde el director francés expuso las recurrencias de su estilo: fantasmas, demonios y magia.
Georges Méliès comprendió el cine como una extensión del ilusionismo. Sus montajes bien podrían entenderse como trucos de magia. Había en él una inclinación por engañar a la realidad convencional y racional, ya sea por sus temáticas (con un fuerte acento de ciencia ficción) o su vinculación a lo siniestro (un gusto por interpretar al diablo y poblar de fantamas o cadáveres sus películas).
Sueños, pasos de conjuro, disfraces, todo ello le da al trabajo de Méliès un halo de extrañamiento, tal como se puede apreciar en estos tres cortometrajes: The Haunted Castle (1896) es considerado una de las primeras películas de terror en la historia del cine, Évocation spirite (1899) nos introduce en la comunicación con lo paranormal y en Le Roi du maquillage asistimos a una serie de transformaciones del mismísimo Méliès (llegando a interpretar nada menos que al demonio).
The Haunted Castle (1896)
Évocation spirite (1899)
Le Roi du maquillage (1904)
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Escritor y corresponsal de literaturas indígenas en Latin American Literature Today
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