Esta semana ha sido triste para la música del Perú, a los fallecimientos de Rafael Santa Cruz y Erwin Nole, fundador de la orquesta Mallanep, les antecedió el de Conde Chávez Ocaña, el domingo pasado. La desaparición del considerado padre del requinto ha pasado inadvertida para los medios, así que tratando de subsanar ese silencio, presentamos a continuación un acercamiento a su trayectoria y al estilo musical que cultivó.

El padre del requinto

¡Qué injustos somos con nuestros músicos! No solo muchos parten de esta vida en silencio mediático, sino que tampoco conocemos mucho de sus obras. Ha muerto el guitarrista, compositor y cantor andino Conde Chávez Ocaña, que el año anterior celebró cincuenta años en la música y seguía en actividad. Ha muerto y creo que nadie ha escrito sobre su vida.

Conde Chávez Ocaña, corisino de origen, fue dueño de un particular estilo de interpretar nuestra música con su inspirada guitarra, la que puso al servicio de grabación de representativos cultores del folklore andino, ancashino para más señas, como La Pastorita Huaracina, El Jilguero del Huascarán, La Pallasquinita, entre otros.

Entre sus composiciones se cuentan “Florerito”, “Madrecita madre mía ya te fuiste”, “Oreganito”, “Mi linda niña” o “Iglesia Punkucho Sarinacushga”, recordada por la interpretación de Los Canarios de Cajatambo, conjunto fundado por la ex primera guitarra del Jilguero del Huascarán, Ángel Espinoza Herrera. Este tema dio título al vinilo Los Canarios de Cajatambo, bajo el sello Manturano, a través de la firma IMSA lanzó en 

"Su legado será el trinar de su guitarra en la voz de Pastorita Huaracina, en el llanto hecho canción del gran Mario Mendoza, en la voz dulce de La Pallasquinita con su Oreganito, y en el acompañamiento del otro grande, Jilguero del Huascaran y en los nuevos valores como los hermanos Palacios", valoró el medio web Huaraz en línea, al informar de la muerte de Chávez Ocaña.

Porque ese legado va más allá de su estilo para interpretar la guitarra ancashina, sino también la re-configuración del huayno al usar el requinto. 

A su labor musical añadió su papel como difusor cultural. Contribuyó a arraigar en Lima, la música ancashina, vía Radio Agricultura, estación en la que condujo diariamente el programa “Bajo el cielo de los Andes”.

Este sábado 23 de agosto, la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Áncash, le rendirá como homenaje una “Noche de guitarras andinas”.

El requinto hecho música

El requinto es el nombre genérico de una serie de instrumentos cordófonos parecidos a la guitarra, pero de menor tamaño, cuyas características varían de acuerdo a la región donde se use. La versión peruana tiene doce cuerdas de acero, similar a la colombiana.

Se dice que el requinto, aun siendo prácticamente igual que la guitarra, tiene personalidad propia. Ha sido usado en Latinoamérica para acompañar canciones de amor pues es muy melódico. Así, se ha hecho lugar en la interpretación de boleros, valses y huaynos.

Se habla del requinto peruano o del huayno con requinto y se considera que al guitarrista iqueño –criado en la sierra- Juan Pipa como el pionero del huayno con requinto, al haber introducido éste en el huayno en el año 1978. Hoy es reconocido por tal innovación.

“Esta fusión expresa el sonido de los pueblos alto andinos en las nuevas ciudades peruanas, es así como la gente de las ciudades andinas y costeñas hicieron suyo este estilo que hoy lo bailan y disfrutan constantemente. Gracias a esto, se ha logrado hacer del Requinto, un instrumento más popular interpretando el huayno peruano y viceversa”, expresa Vidal Huamaní Gutiérrez, cultor del huayno con requinto. Este músico está entre quienes parecen encontrar en el uso actual del requinto un instrumento que reivindica un glorioso pasado.

Un indicio de la creciente popularidad del requinto en la capital del país: cuatro ediciones del Festival Nacional del Requinto se han realizado de manera consecutiva, cargo de Ventura Producciones.

Justamente a la última edición del festival, en diciembre de 2013, se convocó a cien instrumentistas de requinto, quienes buscaron su clasificación ante un jurado exigente encabezado por el maestro Conde Chávez Ocaña y otros conocedores como Eduardo Chávez Campoamor, Leónidas Ramos Benítez y Pedro Huayhua.

Entre cultores del huayno con requinto que se están dando a notar podemos citar –sin ningún orden- a Raúl Aquinigo, Rosita de Espinar, Edwincito De Paucara, Eloy De Los Andes, Pumita Cazador, Rusbel De Los Andes, Verónica Rojas, Virginia Apaza y el ya mencionado Vidal Huamaní Gutiérrez, conocido como el 'patroncito del requinto'.

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