La candidatura de Ana María Solórzano para presidir el Congreso corre el riesgo de no obtener los votos necesarios en el Parlamento debido a las fisuras develadas esta semana en el nacionalismo, así como el anuncio de Perú Posible de no respaldar su postulación. 

Aunque algunos de los 22 congresistas que solicitaron que sea Marisol Espinoza la candidata por el oficialismo han virado su apoyo hacia Solórzano, ésta continúa siendo cuestionada por diversos parlamentarios. 

La legisladora Esther Saavedra se ha convertido en la cara visible de la disidencia en el nacionalismo. Esta mañana en la radioemisora RPP, la legisladora exhortó a Solórzano a dimitir de su postulación, tras reiterar que esta candidatura es una imposición de Nadine Heredia.

“Yo la aprecio a ella como mujer, como parlamentaria, porque es una mujer representando a una región. Es una mujer profesional, pero hay que ser claro y hay que decir, oiga, no tengo consenso”, dijo. 

En tanto, los voceros parlamentarios del nacionalismo, Sergio Tejada y Julia Teves niegan la evidente fractura al interior del partido de gobierno y han ratificado la postulación de Solórzano. 

El expresidente del Parlamento Fredy Otárola afirmó que Solórzano fue designada "democráticamente" por su bancada, y rechazó la versión de un grupo de congresistas oficialistas, los cuales indicaron que fue impuesta por la presidente del partido y primera dama, Nadine Heredia.

Quién parece solazarse con este cisma -que deja entrever la escasa institucionalidad al interior del nacionalismo- son las bancadas de la oposición política. La candidatura del pepecista Juan Carlos Eguren que promueve la bancada fujimorista de Fuerza Popular empieza a ganar adeptos. Por ahora, en la bancada de gobierno mantienen la candidatura de Solórzano, quizá el riesgo de perder la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso los haga cambiar de opinión. 

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