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#DéjalaDecidir: El cardenal Cipriani y el control social

Desde la Iglesia Católica, los argumentos en contra de este procedimiento reflejan un deseo de control. Es biopolítica.

Publicado: 2014-07-01

El 28 de junio el Ministerio de Salud publicó la Guía Técnica Nacional para la estandarización del procedimiento del Aborto Terapéutico. En este documento, se señalan las condiciones para que se pueda interrumpir el embarazo. El objetivo de este texto es proteger la vida y la salud física de las mujeres. Cabe precisar que solo se realizarán abortos cuando la vida o salud de la madre estén en peligro. Las situaciones específicas que contempla el protocolo para la aplicación del aborto terapéutico son diez.

A pesar de ello, desde los sectores más conservadores han reaccionado mostrando su férrea oposición a estos procedimientos. Entre sus argumentos, se encuentra el "respeto a la voluntad divina". Desde el cardenal Juan Luis Cipriani hasta la abogada Cecilia Blume, han recurrido a este tipo de afirmaciones. Su pensamiento es el siguiente: si la vida de la madre o del feto corre peligro, no queda otra que dejar que Dios decida quien debe morir, y que la ciencia haga lo que puede para salvarlos.

En respuesta al cardenal Cipriani, la congresista Verónika Mendoza dijo lo siguiente: "Hay quienes siguen creyendo que las mujeres no tenemos derechos, ni siquiera derecho a la vida, que somos sacrificables úteros andantes; lo creen y, lo que es peor, lo predican en nombre de Dios". En este tema, el pensamiento conservador se basa en un intento de dominio de los cuerpos de los otros, especialmente de las mujeres. Pretenden imponer sus creencias y que estas determinen la forma en la que hombres y mujeres nos comportamos en relación a nuestros cuerpos. En el caso del aborto, reducen a la mujer a una máquina dadora de vida, productora de seres humanos, futuros fieles.

Afirman defender la vida, pero no consideran la vida y la salud de las mujeres. En declaraciones a RPP Noticias, el cardenal Cipriani calificó al protocolo como una "guía para eliminar criaturas". Además, como si se tratara de un analista político, dijo que "la ministra no está capacitada para gobernar ni decidir". 

El cardenal Cipriani parece tener claro el concepto de biopolítica. Según Foucault, se trata de controlar lo biológico, lo corporal y utilizar a la medicina como una estrategia de control.

La ideología extrema del cardenal Cipriani y los conservadores llega a tal nivel que ni siquiera pueden comprender la necesidad del aborto en casos en los que la vida de la madre esté en riesgo o en casos de violación sexual. Pretenden controlar las vidas y los cuerpos adquiriendo por momentos características totalitarias. Parecen congelados en la Edad Media.


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Escrito por

Jorge Luis Paucar Albino

Periodista con especialización en Gobierno y Políticas de Salud (PUCP), miembro de la Red Labora y especializado en temas de cannabis.


Publicado en

Redacción mulera

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