"Faltaba el reglamento, y este es muy bueno", ha señalado la congresista Verónika Mendoza sobre la aprobación de la regulación del aborto terapéutico, recientemente aprobado por el Ministerio de Salud y que busca garantizar que la salud de las mujeres gestantes no sea afectada de manera grave y permanente.

La Defensoría del Pueblo a través de su titular Eduardo Vega, ha dicho que el reglamento "respeta los estándares señalados por las organizaciones internacionales" y que salvará la vida y la integridad física de muchas mujeres". Unas cien mujeres al año, según los cálculos que maneja Demus, estudio para la Defensa de los derechos de la mujer.

"Si fuera una urgencia legal, no hubiera tardado 90 años", dice el médico católico Luis Solari, quien sostiene la hipótesis de que las autoridades peruanas han "cedido a presiones de Naciones Unidas".

Solari ejerció como ministro de salud del gobierno de Toledo y se mantiene activo en la agenda pública cada vez que se trata de políticas estatales de salud concernientes a los derechos de las mujeres. Esta vez ha dicho que el protocolo es "un cajón de sastre" y que las mujeres podrán argüir hasta "razones sicológicas" para abortar. 

"Una chica que sale embarazada se consigue un certificado médico que dice que tiene depresión, y ya" dijo Solari este lunes en la radioemisora RPP. “Ahora cualquier mujer que salga embarazada puede decir que tiene depresión y angustia vital, entonces esto bastaría para aplicar el aborto terapéutico”, había dicho unos días antes en radio Exitosa, cuando ya habían sido publicadas las especificaciones del protocolo.

La ministra de salud ha sido clara en los requisitos que establece el Minsa para la interrupción voluntaria del embarazo por indicación terapéutica: 1) Que sea el único medio para salvar la vida de la gestante o para "evitar un mal grave y permanente en su salud"; 2) que el embarazo sea menor de 22 semanas; y 3) que la gestante o su representante legal -en caso de ser menor de edad o no estar consciente para expresar su opinión- haya firmado el consentimiento, tras haber sido "informada ampliamente respecto a su diagnóstico, pronóstico y riesgos para su salud y vida".

Para prevenir, al menos en parte, los equívocos y la desinformación que rodean a un tema que despierta la oposición del sector más conservador del país, el Ministerio de Salud ha divulgado las situaciones específicas que contempla el protocolo para la aplicación del aborto terapéutico. Son diez:

1. Embarazo ectópico: la gestación del feto fuera del útero.

2. Mola hidatiforme parcial con hemorragia de riesgo materno: la placenta se convierte en un tejido cancerígeno.

3. Hiperemesis gravídica refractaria al tratamiento con deterioro grave hepático y/o renal: vómitos constantes que no se pueden tratar, se llega a la malnutrición.

4. Cáncer que requiera tratamiento quirúrgico, radioterapia o quimioterapia.

5. Insuficiencia cardíaca congestiva congénita o adquirida: es una deficiencia en el funcionamiento del corazón.

6. Hipertensión arterial crónica severa y evidencia de daño en el corazón.

7. Lesión neurológica que empeore con el embarazo.

8. Lupus eritematoso sistémico con daño renal severo refractario a tratamiento: una insuficiencia del sistema inmunológico que permite contraer cualquier infección.

9. Diabetes mellitus avanzada con daño severo del páncreas.

10. Insuficiencia respiratoria severa demostrada por una baja presión parcial de oxígeno y con patología grave: la persona no puede respirar por sí sola y necesita un respirador artificial, la causa puede ser cáncer o tuberculosis.

El protocolo, o guía técnica, puede consultarse al completo aquí. 

Se trata, como ha dicho la ministra de la Mujer, Carmen Omonte, de estandarizar un servicio que ya se ofrecía en 15 hospitales del país. "Sin embargo hay quienes se oponen a esto" -advierte la congresista Mendoza-. "Hay quienes siguen creyendo que las mujeres no tenemos derechos, ni siquiera derecho a la vida, que somos sacrificables úteros andantes; lo creen y, lo que es peor, lo predican en nombre de Dios", señala la parlamentaria en su cuenta de Facebook, en respuesta a las declaraciones de Juan Luis Cipriani, cardenal católico.

Mendoza apunta así al tema de fondo: se trate del aborto terapéutico, o del aborto sin apellidos, incluso si se trata del empleo de métodos anticonceptivos, hay un sector conservador que consistentemente se opondrá, porque de lo que se trata para ellos es impedir el avance en la emancipación de las mujeres y en el ejercicio pleno de sus derechos.

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