La detención preventiva de Gregorio Santos sigue alterando el medio electoral. Los periodistas de la República, Beatriz Jiménez y Edgar Jara han elaborado un reportaje donde revelan que las rondas campesinas y el Frente Amplio han ratificado su apoyo a la candidatura de Gregorio Santos. Uno de los principales impulsores de esta medida es el líder ambientalista Marco Arana. Al respecto, el candidato a a la alcaldía de Cajamarca Sergio Sánchez declaró a los periodistas lo siguiente: "Ante su proceso, que consideramos más político que jurídico, como Frente Amplio hemos decidido no dividir el voto del ambientalismo y vamos a apoyar a Santos para la presidencia regional". Asimismo, el dirigente rondero del área de influencia de Conga con mayor poder de movilización declaró que “El compañero Goyo ha colaborado con la justicia a lo largo de sus 39 procesos y está preso. Sin embargo, los que mataron a nuestros 5 compañeros en Celendín y Cajamarca el 3 de julio de 2012 siguen libres”.  

Esta decisión podría considerarse como una respuesta a la declaraciones de Alfonso Miró Quesada quien a través de las ondas de RPP prácticamente condenó de antemano al ex presidente regional: “Es una pena porque no solamente ha delinquido,creo que tiene el delito moral de haber puesto a personas en extrema pobreza”. Una declaración, a nuestro entender, desafortunada ya que a todo ciudadano lo avala la presunción de inocencia. Asimismo, el presidente de la Confiep, culpó a Santos de que Cajamarca esté en el último lugar del desarrollo nacional. Similar opinión tienen la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMP) y la Cámara de Comercio de Cajamarca. Ambas instituciones culpan de los conflictos sociales a la figura del ex presidente regional. No obstante, especialistas como José de Echave, ex vice ministro de Gestión Ambiental, y Carlos Mongue, antropólogo e historiador, ya han salido a desmentir esas afirmaciones ya que los proyectos cupríferos de Cajamarca dependen también de la “rentabilidad en un contexto de bajada del precio mineral”.

Ahora bien, volviendo a la decisión de la izquierda peruana, a nuestro parecer, ha actuado apresuradamente y con poca estrategia política. Como hemos mencionado anteriormente, nadie puede asegurar, con absoluta certeza, la culpabilidad o inocencia de Santos; no obstante, los dirigentes de izquierda no puede lanzarse a apoyar a “ciegas” a un compañero suyo. Lo más acertado hubiera sido realizar una investigación interna para luego tomar una decisión. Un movimiento político como el Frente Amplio, que tiene como una de sus banderas la lucha contra la corrupción, no puede darse el lujo de dañar su imagen con situaciones como esta.

Por otro lado, parte de la responsabilidad por la situación en que se encuentra el líder del Movimiento de Afirmación Social (MAS) recae sobre el Poder Judicial. Darle 14 meses de prisión preventiva a una persona que se ha presentado a citaciones judiciales anteriores (a diferencia de otros presidentes regionales acusados de delitos semejantes) es un exceso. Hasta el rival electoral de Santos, Osías Ramírez (Fuerza Popular) lo ha reconocido: “Hubiera preferido enfrentar a Gregorio Santos estando en libertad, porque de lo contrario su militancia lo va a victimizar. Estimo que se ha cometido un exceso deteniéndolo cuando bien podían juzgarlo en libertad”.

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