Decir que todas aquellas personas que profesan una religión que tiene a 'Dios' como eje principal, están en contra de la homosexualidad y la condenan, sería exagerar. Hay, incluso, homosexuales que se reconocen creyentes. Y están en todo su derecho de serlo. Pero cuando vemos que son los representantes de las instituciones que pretenden administrar la fe de la gente quienes hacen un llamado al rechazo a los homosexuales -o en los casos más eufemísticos 'compadecerlos y acogerlos'-, debemos preguntarnos: ¿cuál es el ejemplo real a seguir? 

Desde Chile nos llega una opinión más que valiosa. Felipe Berríos es un sacerdote y escritor bastante popular, conocido entre otras cosas por haber sido capellán de diversas instituciones y fundador de la organización de voluntarios 'Techo' -base de 'Un techo para mi País', cuyo objetivo es brindar vivienda a las familias más pobres del país del sur.

Berríos ha regresado a Chile tras permanecer desde 2010 por África trabajando en el Servicio Jesuita de Refugiados. Millones de chilenos estaban entusiasmados por escuchar sus impresiones de esta experiencia. Pero, durante una entrevista para el canal 24 Horas, sorprendió al mostrarse totalmente a favor del matrimonio igualitario y hacer un llamado al respeto hacia las personas homosexuales.

"¿Cuál es el problema del matrimonio homosexual? Los homosexuales son hijos de Dios. Él los creó homosexuales y lesbianas, y Dios está orgulloso de que lo sean. El problema está en nosotros que no lo entendemos, no en ellos", señaló, e incluso calificó las relaciones entre personas del mismo sexo como un ejemplo de que la sexualidad va más allá de una función meramente reproductiva.

"Yo soy célibe, yo he renunciado a tener hijos y mujer porque yo entiendo que la sexualidad es mucho más profunda que solamente un instrumento de reproducción. A mí los homosexuales me están diciendo que la sexualidad es mucho más profunda todavía. Me están ampliando mi visión de la sexualidad, me están haciendo mucho más humano. ¿Por qué no pueden ellos casarse? Basta ya", sostuvo.

"Quiero decirlo claramente: Los homosexuales y las lesbianas son hijos de Dios y están llamados a la santidad como todos nosotros. No son ciudadanos de segunda clase ni están en pecado. Es una condición distinta y nos ayudan a ampliar nuestro concepto de sexualidad"

¿Te parece increíble? A nosotros, ejemplar.

Aquí la entrevista al completo. (Sus declaraciones sobre la homosexualidad se inician en el min 42:21)

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