William Burroughs (1914-1997) fue uno de los más talentosos miembros de la llamada Generación Beat. 

Burroughs comenzó a publicar en la década del cincuenta del siglo pasado. Desde un inicio su temática fue controversial y sus métodos literarios, innovadores. Su vida, nómada y alejada de las convenciones sociales, también estuvo marcada por la tragedia. En 1951, mientras se hallaban en México huyendo de un problema legal en los Estados Unidos, Burroughs y su segunda esposa, Joan Vollmer, decidieron escenificar un famoso episodio de la historia de Guillermo Tell. Joan con una manzana en la cabeza, Burroughs con un revólver en la mano (al parecer, lo hacían con alguna frecuencia).

El disparo de Burroughs mató a Vollmer y el escritor, que aún no lo era, fue condenado a prisión por homicidio accidental. Años después, Burroughs identificó la muerte de Vollmer como el momento fundacional de su impulso literario. En la introducción a su novela Queer, escrita en 1953 pero no publicada hasta 1985, dice que ese evento lo puso en contacto con "el Invasor, el Espíritu Horrible", y lo colocó en una situación espiritual en la que "escribir es la única forma de hallar una salida".

En 1995, dos años antes de su muerte, Burroughs fue filmado por Andrea Di Castro en una recreación quizá paródica de aquel episodio. En el video se observa al escritor, delgado y envejecido, cargando su arma. Luego, se dirige con movimientos tentativos hacia una efigie de William Shakespeare y dispara contra ella.

Los asistentes y testigos de la escena ríen, y Burroughs, al preguntársele si cree que sus disparos dieron bien en el blanco, concluye con un asertivo "He is dead, man". El tono es jocoso. Pero la verdad es que este video provoca, sobre todo, una tremenda melancolía. 

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