#ElPerúQueQueremos

foto: epanadiplosis.wordpress.com

De lo terrible como camino a lo sublime: William S. Burroughs

Una semblanza sobre la vida y la obra de uno de los autores imprescindibles de la literatura del siglo XX.

Publicado: 2014-02-05

Nacido en San Luis, Missouri, pleno corazón del Medio Oeste estadounidense, el 5 de febrero de 1914, Burroughs es una de las figuras trascendentales del pensamiento alternativo de Occidente, en cualquiera de sus vertientes. Y fue algo que no se lo propuso, que simplemente se dio. 

Amigo de los beatniks, ese grupo de muchachos blancos que recorrió y alborotó Estados Unidos, durante los años cuarenta y cincuenta, influidos por la vitalidad de la música negra y la desesperada efervescencia nacida del hastío de posguerra, Burroughs encontró en ellos —Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Gregory Corso y Herbert Huncke— a un grupo de camaradas con los cuales generó un cambio rotundo en la literatura en inglés, pero también en la del resto del mundo: una narrativa alimentada del caos material y mental de sus autores, una poesía que integraba el asco y el esplendor de la vida en la ciudad.

La búsqueda de la ayahuasca, que lo trajo hasta Perú, concilia con su necesidad de hallar ese segmento de la realidad a través del cual desarticularla a la misma por completo. Las visiones que obtuvo luego de probarla, inefables a través de las palabras, tal vez alcanzables por la pintura, demuestran que pretendía hallar un mecanismo para reproducir lo que autores que consideraba como sus maestros (tales como William Blake o Arthur Rimbaud) habían vivido. Su escritura siguió esa dirección: desmontar el mundo, a través de situaciones extremas, asociadas con lo abyecto, con lo perverso, con la degradación de la carne, con la exacerbación de los sentidos, con la destrucción de las barreras morales, con una iconoclasia total.

Producto de aquella época son algunos de sus títulos más conocidos: Yonqui (1953), El almuerzo desnudo (1959) y La máquina blanda (1961).

Tiempo después, Burroughs se convirtió en un referente para distintos artistas. Solo por mencionar a algunos de ellos: Bob Dylan, John Lennon, Frank Zappa, Lou Reed, Tom Waits, Patti Smith, David Bowie, Kurt Cobain...

Abandonó este mundo terrenal un 2 de agosto de 1997.

foto: www.last.fm


***

El siguiente fragmento pertenece a una extensa conversación que William S. Burroughs sostuvo en 1986 con el director de cine y guionista Peter Von Ziegesar.  

PVZ: —¿Pero acaso no es suicidio tomar drogas, sobre todo heroína?

WB: —No, no lo creo para nada. La gente puede llegar a vieja consumiendo drogas.

PVZ: —Pero quiero decir, el tomar drogas es un sustituto de la vida.

WB: —Bueno, eso depende por completo de la cantidad. Si alguien se excede y no puede controlar sus hábitos puede llegar a ser como una especie de vegetal.

Me parece que esas pocas líneas ayudan a definir con precisión el espíritu del autor de El almuerzo desnudo. Un individuo que supo lograr que la creación sea equivalente a la transgresión, que —yendo más allá del aura de maldito con el que se le ha revestido— buscó a través de su obra un camino por el cual explorar los territorios más nebulosos del sentido.

¿Por qué digo que lo definen?

Porque demuestra que ante una determinada visión asentada en una sociedad —como esta que vincula directamente a las drogas con la muerte—, Burroughs reacciona para defender una propuesta distinta. En el caso de las drogas, su obra plantea que estas pueden ser útil al ser humano para acceder a estados de conciencia superiores a los que nos puede brindar la razón. Antes que una mera apología, como se podría interpretar superficialmente, existe un afán por redescubrir aquel ámbito que la corrupción y la ansiedad del hombre contemporáneo terminó por anular, un ámbito relacionado a lo sagrado, a lo místico.


***

Burroughs fue un delincuente juvenil, asesino confeso —¿y casual?— de su mujer, un pederasta empedernido. Por lo que no podemos decir que se trató de un ángel. Solo fue un hombre que paseó por el margen de lo terrible con tal de alcanzar —aunque aquello sea imposible— lo sublime.


Notas relacionadas en La Mula:

Un viejo yonqui en Lima: William Burroughs y su travesía por el Perú en busca de ayahuasca

Nuevo documental sobre William Burroughs: participan Sonic Youth, Patti Smith, Gus Van Sant, y otros


Escrito por

Paulo César Peña

Literatura. Historia. Arte. Lima. Y también dibujo ciudades en mis ratos libres. @dinamodelima


Publicado en

Redacción mulera

Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.