El sumo pontífice de la iglesia católica, Francisco, recibió en el Vaticano a familiares de desaparecidos y víctimas de la Operación Cóndor, plan orquestado por el exdictador chileno Augusto Pinochet entre las décadas de 1970 y 1980.

La actividad registró la asistencia de Geneviéve Jeanningros, nieta de sor Leonié Duquet (asesinada en Argentina), Cecilia Romero, sobrina del obispo Óscar Romero (ejecutado en El Salvador) y Anna Milazzo Cecchi y Mena Narducci, detenidas y torturadas en Uruguay.

Jeremías Levinao, sujeto a torturas en Temuco y los familiares de Juan Bosco Maino y Omar Venturelli, desaparecidos y asesinados, también fueron recibidos por Bergoglio en la Audiencia General Papal.

"Creo que es muy importante para la reconstrucción de la paz, lograr la verdad y que cada uno de nosotros pueda vivir su duelo, construir su historia y dar dignidad a las víctimas. La Iglesia puede elegir quedarse mirando o dar este paso", sostuvo María Paz Venturelli, hija del dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

Por su parte, Levinao, representante del pueblo mapuche, pidió al sumo pontífice que hiciese "algo por su pueblo, que necesita justicia".

Según comentaron los mencionados, quienes estuvieron sentados en primera fila durante la ceremonia, el encuentro con Francisco fue posible gracias a la intervención colaboradora de las embajadas de sus respectivos países ante el Vaticano.

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