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foto: andina

¿Y ahora, qué harán los apus?

Rómulo Huamaní, Qori Sisicha, se despide hoy de la danza de las tijeras.

"[Las tijeras] las engarza el danzak’ por los ojos, en sus dedos y las hace chocar. Cada bailarín puede producir en sus manos con ese instrumento una música leve, como de agua pequeña, hasta fuego"

José María Arguedas

Publicado: 2014-04-27

Los danzantes de tijeras son herederos del taki onqoy, la danza rebelde del siglo XVI. Con sus tijeras en la mano y acompañados del arpa y del violín, bailan y se enfrentan en un desafío conocido como atipanakuy, en el cual dos o más danzantes exhiben sus destrezas. Qori Sisicha ha competido con los más grandes exponentes del baile y la mayoría de las veces ha ganado, mostrando su destreza, su espíritu y su valentía. 

Cuando el pequeño Rómulo vio que su padre era considerado un 'maula', un mentiroso, sufrió mucho, pues sentía que era injusto. Su padre no era tal, pero lo cierto fue que el danzante de tijeras que contrató para la fiesta de la comunidad nunca llegó y eso fue una deshonra para su familia. Peor aún, no le creían a su papá. Entonces fue que decidió que para el siguiente año, él bailaría y en un año se hizo un danzaq –Condurcha–, gracias a las enseñanzas de su tío, pero sobre todo a su esfuerzo. Así, su familia -oriunda de la comunidad de San Antonio, distrito de Chipao, provincia de Lucanas- , recuperó el honor.

Cuarenta y dos años después, a los 53 años y luego de haber recorrido muchos lugares del Perú y decenas de ciudades de Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina, Rómulo Huamaní Janampa, Qori Sisicha, ha tomado la decisión de retirarse de los escenarios. “Ya no estoy en edad competitiva. Todos los danzantes de mi generación se han retirado. Además, me han detectado diabetes y, por tanto, me han prohibido que continúe con las acrobacias de la danza”, cuenta resignado.

Le pesa abandonar su actividad. Aunque sabe que los mejores momentos de los danzantes de tijeras están entre los 20 y 30 años, él pensaba seguir pero la realidad le pasa factura. Sin embargo, él se dedicará a formar a jóvenes a través de la creación de la Casa del Danzante de Tijeras (en 1995 fundó la Escuela de Danzantes de Tijeras del Perú).

Hoy, domingo 27, se despedirá durante una gran competencia con más de 50 danzantes en el Yawar Plaza de Mamara, en Villa María del Triunfo. Allí entregará sus tijeras a su heredero, un niño de 13 años bautizado como Inticha de Soras. Ahora que don Rómulo deja su gran arte sería bueno que por fin el Estado peruano atienda sus demandas y le otorgue su pensión de gracia (ofrecida por el expresidente Alan García), que solicitó desde el 2008. “He cumplido con todos los requisitos –dice a LaMula.pe– pero parece que no hay voluntad política por brindarme ese derecho”.

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Escrito por

ALBERTO ÑIQUEN G.

Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores


Publicado en

Redacción mulera

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