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el cono del silencio y control: de la parodia de la guerra fría a la real censura fría en internet. foto: dvdbeaver.com

Pesadilla orwelliana en la red

La censura en el ciberespacio como práctica recurrente en naciones tan dispares como Estados Unidos y Cuba.

Publicado: 2014-03-17

En junio del 2013 un joven consultor en inteligencia y seguridad informática de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA en sus siglas en inglés), develó información clasificada propiedad del Gobierno de Estados Unidos. Edward Snowden saltaría a la fama ya sea como héroe para algunos, otro tanto como villano. Bill Gates lo considera de todo menos un héroe. El ‘salto’ de Snowden también fue literal, pues pasó de Hong Kong a Moscú para tentar una diversidad de países que le otorgarán asilo político. Actualmente, el escurridizo informante tiene permiso de asilo por un año en Rusia. 

Los que se inclinan por la tesis de la heroicidad de Snowden, lo hacen sobre la base de que en Estados Unidos existe un exacerbado hermetismo con relación a la libre difusión de contenido oficial en la red. Hermetismo rayano con la censura.

De alguna manera se juega con la pesadilla controlista que George Orwell esbozó en su novela "1984" o la sociedad distópica planteada por el director Terry Gilliam en la película "Brazil" de 1985.

Al acecho

De acuerdo a un informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) citado por el diario alemán Die Welt, existen “bizarras coincidencias” entre Gobiernos tan disímiles como Estados Unidos y Cuba con relación al control y censura de la información que transita en Internet.

El medio alemán advierte que de acuerdo al reporte, “…un total de 32 autoridades e instituciones toman al mundo bajo la lupa y desempeñan un papel clave en el control y represión de declaraciones críticas y opiniones no deseadas”.

El documento de RSF demuestra que sin importar la bandera que ondeen y las ideas que pregonan, los países y sus censores terminan comportándose de la misma forma.

La variopinta reunión de ‘censores’ agrupa en una mezcla alucinógena las actividades de la NSA, las estrategias del británico Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (conocido como GCHQ por sus siglas en inglés), el Servicio Federal de Seguridad ruso, el Consejo Supremo por el Ciberespacio iraní, la Autoridad de Información de Internet en China, el Ministerio de Comunicaciones cubano, entre otros organismos detectados y mapeados por RSF.

Antaño cortina de hierro, hoy ‘servidor de hierro’

Como si uno se remontará a las épocas de la Guerra Fría y de acuerdo a Die Welt, toda crítica al pensamiento y acciones occidentales proveniente de países como China, Arabia Saudita, Turkmenistán y Uzbekistán son blanco de la intervención de las agencias de seguridad de las naciones ‘abanderadas de la libertad’: el control va por vigilar contenido político, económico y de seguridad nacional en el ciberespacio. La cuota por el lado del ‘servidor de hierro’, la aportan los sistemas informáticos que filtran el contenido de Estados Unidos y sus aliados como principal objetivo de sus pesquisas. Una ‘mini guerra’ fría al estilo del Súper Agente 86 pero en el mundo virtual y de la fibra óptica, tal cual.

El peligro también viene de la mano con la institucionalidad legal que los Estados le otorgan a estas prácticas. El medio alemán anota “Algunos países también están tratando de controlar la red ‘legalmente’ (…) Turquía recientemente diseñó una nueva Ley antidisturbios, que permite al Gobierno eliminar del contenido en la Internet (y presumiblemente de las redes sociales) el acto civil de protesta (…) sin mediar permiso judicial”.

Otro enfoque ‘legal’ de censura es la estructura económica y el nivel de ingresos del país. Muchos Estados se cuelgan de este fenómeno socioeconómico y político para excluir a una parte de la población del libre acceso a la información, transmisión de datos, divulgación de contenido y plataforma de libre expresión de ideas y derechos fundamentales. Die Welt explica que “…los precios de acceso a Internet son tan altos (en algunos países) que los grandes grupos de la población no pueden obtener acceso a la red. En Siria el proveedor de servicio telefónico y de Internet también está controlado en su totalidad por el Gobierno”. En casos como Cuba, simplemente el servicio está aislado y divorciado de la población.

Como si uno se remontará a las épocas de la Guerra Fría y de acuerdo a Die Welt, toda crítica al pensamiento y acciones occidentales proveniente de países como China, Arabia Saudita, Turkmenistán y Uzbekistán son blanco de la intervención de las agencias de seguridad de las naciones ‘abanderadas de la libertad’...

El problema ingresa en una senda peligrosa que va más allá de la censura y penetra en el campo de la represión contra los derechos individuales. A propósito Christian Mihr, director general de RSF citado por Die Welt aclara que “…existe una diferencia entre la restricción del derecho a la libertad de información y la amenaza a la vida e integridad física”. Diferencia que no se estaría respetando al momento de plantar cara contra la libertad de navegación y acceso a Internet. En naciones como Rusia o Irán y como señala la publicación alemana, “…durante el 2013, se supo de activistas, periodistas o blogueros encarcelados y torturados (…) hasta existen cifras de muertes por haber sido críticos en la red”. El medio concluye que a la fecha sólo en China, deben encontrarse encarceladas unas 70 personas por divulgar contendido que no se alineaba con las entidades oficiales. 

¿Y en el Perú?

A medianos del año pasado, el congresista oficialista Omar Chehade propuso una iniciativa ante el legislativo a través del proyecto “Ley de protección del menor de contenidos pornográficos en Internet”.

De acuerdo a especialistas, el proyecto pondría en entredicho la libertad de difusión y acceso a contenidos habida cuenta su naturaleza poco clara respecto a los sistemas de control y el usufructo de los datos en la red. En suma, la implementación de la referida ley podría traducirse en censura sin ambages.

La norma se consumaría a través de la creación de un organismo estatal diseñado ad hoc, la Comisión de Protección al Menor de Contenidos Pornográficos en Internet (Coprome). Esta entidad se encargaría de la fiscalización del contenido en la web. De acuerdo a Semana Económica, la ley tendría detalles poco transparentes respecto al ámbito de acción: en primer lugar, el carácter obsceno estaría en función al individuo o sociedad y la libertad de expresión podría verse en entredicho; segundo, la censura sería por defecto y no por pedido de los interesados; tercero, existe mucha información que podría desbordar la capacidad de fiscalización de Coprome; y por último, se correría el riesgo de que la intervención podría corresponder a intereses políticos o de grupos de poder e incluiría –junto a sitios de contenido adulto- plataformas de denuncias sobre corrupción por ejemplo.

De momento, el confuso proyecto se encuentra en una nebulosa y quedó en el terreno de la Comisión de la Mujer y Familia de tendencia conservadora de acuerdo a Diario16.

La Comisión de Constitución, Justicia y Educación, también evaluaría el proyecto; el problema: Omar Chehade –el principal impulsor del proyecto- es quien presidente la comisión.

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Escrito por

Eduardo Recoba Martínez

Economista, periodista, docente. Corresponsal para Latinoamérica de iForex financial news, consultor y analista. Sígueme en @eduardo_recoba


Publicado en

Redacción mulera

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