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nueva directiva de la cámara peruana del libro

"Queremos hacer del Perú un país de lectores"

Germán Coronado, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL) por el período 2014-2016.

Publicado: 2014-02-09

Germán Coronado, director de la editorial PEISA, es el nuevo presidente electo de la Cámara Peruana del Libro, cabeza de una directiva que asumirá el mando de la institución este 15 de marzo. En las recientes elecciones internas de la CPL, la lista de Coronado derrotó a los representantes del continuismoen una Cámara que, en tiempos recientes, se ha caracterizado más por las controversias y las denuncias que por la efectividad de su gestión. Así, las expectativas de renovación han venido creciendo desde que se anunciaron los resultados, y muchos amantes del libro y la lectura en el país ven con creciente entusiasmo la posibilidad de relanzar una organización que debería tener gran importancia en la promoción de la cultura, además de la promoción del negocio editorial. 

Conversamos con Coronado sobre estos y otros temas relacionados a la situación del libro y la lectura en el país, así como los nuevos desafíos para la organización que pronto presidirá.

Germán coronado


La ley del Libro 

“Cuando trabajé por la ley del libro lo hice con el único fin de perseguir el bien común" dice Germán Coronado. "En primer término beneficiando a la sociedad peruana a través de una variada oferta de libros a precios accesibles; y por otro lado beneficiar al sector editorial para que terminara de configurarse una verdadera industria editorial compuesta por editores locales que convivan con los transnacionales pero con un espacio reconocido e importante para los editores locales; también el desarrollo de librerías como un eslabón importantísimo de la cadena de la industria editorial; y claro, los distribuidores como otro de los eslabones importantes que no solo importe sino que exporte el libro peruano al mundo”.

Le comento que en estos 11 años iniciales de la ley, debido a la ausencia de una política gremial para ver el desarrollo del sector en su conjunto, y a ciertos vacíos de la norma, solo los más grandes pudieron beneficiarse al distorsionar ciertos aspectos de la ley, y esta es su respuesta:

“La Ley del Libro no fue concebida para que estas distorsiones se dieran; estas debieron corregirse internamente pero han llegado a ser tan groseras (la saturación de libros de saldo importados de España en detrimento de libros peruanos en las librerías) que no se puede ocultar y que han convertido al Perú en uno de los más grandes importadores de libros españoles en Latinoamérica. Aunque hay excepciones, librerías que sí han sido capaces de ver más allá del unívoco fin mercantilista, preponderando el libro peruano. Eso es esperanzador”.

Como toda ley de fomento a un sector, la Ley del Libro tiene un tiempo de duración. Ahora se está trabajando en la Nueva Ley del Libro, sería necesario implementar una reglamentación específica para que los beneficios alcancen al productor local.

“Trabajar duro como gremio para tener una política común", explica Coronado. "Corregir varios aspectos de la actividad que debe enaltecer al gremio y no al contrario. En ese punto la feria del libro es una gran vitrina para mostrar este cambio. La feria del libro no debe ser una feria de saldos (no sé en qué medida beneficia eso la cadena del libro) sino de novedades editoriales en donde el editor local sea el protagonista. Pues de lo que se trata es de fomentar la industria editorial nacional”.

La imagen que deja una declaración como: Vendimos 10 millones de soles y casi 500 mil personas visitaron la feria, es la de una bonanza casi fantástica. Si sinceramos las cifras, sin embargo, una pequeña fracción de esas ventas recae en el productor local. “Es muy difícil dimensionar las ventas de una feria, son estimaciones llevadas a cabo casi siempre a ojo de buen cubero", dice al respecto Coronado. "No hay manera de verificar esos números. Quizá sea hora de cambiar esa práctica pero es algo que se discutirá internamente. Lo que puedo decir es que nuestra vocación es hacer una dirección de la CPL con transparencia, con inclusión y hacer una gestión que promueva el desarrollo del sector y que se interese por grandes objetivos sociales: queremos hacer del Perú un país de lectores”.

Políticas de adquisición de libros en otros países aseguran, cuando menos, la puesta en marcha de los proyectos editoriales locales, mediante la compra de parte del tiraje de las obras publicadas. Aquí en el Perú, la implementación de bibliotecas públicas y locales es algo en lo que no se ha puesto el énfasis necesario. Coronado afirma que, aún si su enfoque es global y comprende a toda la industria, el desarrollo de editoriales locales es uno de sus énfasis.

“ No puedo descuidar ninguno de los aspectos de la industria editorial, pero sin duda mi anhelo más caro es lograr que se desarrolle una industria editorial local", dice. "De otra manera vamos a seguir padeciendo estas distorsiones que se han producido cuando el gremio queda a manos de personas que tienen una visión unívoca, con intereses muy específicos y dejando de lado un aspecto de la industria". 

Esta, añade Coronado, es un objetivo esencial para la industria en su conjunto. Si se logra, dice, si se consigue una industria bien equilibrada que acoja a tales ediciones, "habremos cumplido una primera misión: acercar el libro al lector”.


La Feria Internacional del Libro de Lima

“Hemos empezado a trabajar, aunque no oficialmente, para tomar conocimiento exacto de la situación y poder concretar algunas invitaciones importantes y hacer los anuncios respectivos", explica el nuevo presidente de la CPL.

"Este año la región de Antofagasta y Chile son el invitado de honor y sé que la lista es muy buena. Se trata de una delegación muy importante de escritores chilenos la que nos visitará. Además es un momento magnífico para darnos un abrazo sincero. Queremos hacer que se note nuestra presencia en el Consejo Directivo, a pesar del poco tiempo que tenemos. Claro que del mismo modo que nos interesa que vengan figuras literarias de talla mundial nos importa que se dé cabida a otras expresiones del libro, aunque la reina en una Feria del Libro siempre será la literatura”.

En versiones anteriores de la Feria, se decía que autores de las ciencias sociales no generan expectativa en el lector peruano. Sin embargo, las visitas de Zizek y Todorov, por mencionar a algunos autores llegados en los últimos años, demuestran que eso es falso. Coronado es consciente de ello.

Estamos trabajando con universidades para traer figuras importantes del mundo académico", explica. "Esto va de la mano con un serio trabajo por posicionar nuestra feria en el espectro internacional. Comprenderán que no es algo que se logre de un día para otro pero a pesar de las limitaciones vamos a poner mucho énfasis en el aspecto de la creación, tanto literaria como académica”.


Una nota sobre la Cámara Peruana del Libro

La Cámara Peruana del Libro cumple en junio 68 años. Su formación fue impulsada por editores e intelectuales entre los que destacan Jorge Puccinelli y Manuel Beltroy. La finalidad era, en apariencia, sencilla: hacer que el libro ocupase un espacio preponderante en la sociedad peruana.

A partir de los años 60 y 70 empieza a cobrar una importancia preponderante la importación de libros sobre la producción local, y es esta parte de la cadena productiva del libro (conformada por autores, agentes literarios, editores, distribuidores, librerías-libreros y lectores) la que dirigirá la CPL por casi treinta años, hasta comienzos de los años noventa en que toma impulso un nuevo grupo conformado por pequeños libreros y editores, sobre todo, de textos escolares.

En 2003 se promulga la Ley del Libro, que buscaba “promover el libro y la lectura en el Perú”, pero en la práctica se trata de una ley de fomento a la industria editorial, sobre todo por sus medidas tributarias que otorgaban beneficios al sector. Esta ley estimula a algunos inversionistas que incursionan en este terreno debido a lo atractivo que supone acceder a estos beneficios (devolución del IGV, liberación de aranceles, etcétera); y es este grupo de nuevos distribuidores de libros (que solo fungen de importadores) que finalmente tomará las riendas de la CPL durante los siguientes diez años, dejando de lado la producción local.

¿La razón? Simple: las librerías se reservan entre un 35 y 50 por ciento del Precio de Venta al Público (PVP) y a través de la importación de libros, asunto que se canibaliza con la crisis española, los márgenes de ganancia que pueden alcanzar llegan al 90%. Esto, indirectamente al menos, convierte al productor local, a los ojos del distribuidor, en un peso muerto. Cada libro local que se muestra en una librería le quita espacio a los libros de saldo por el que el importador ya pagó.

Esta lógica de mercado ha sido la que ha imperado en los últimos años; por esta razón el hecho de que tras tantos años un editor asuma la presidencia de la CPL despierta la esperanza de una floreciente promoción de editores independientes locales, que son quienes han dinamizado en los últimos años el panorama literario nacional.


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Escrito por

Víctor Ruiz Velazco

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Publicado en

Redacción mulera

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