Hoy se llevaron a cabo las elecciones de la nueva directiva de la Cámara Peruana del Libro. Se presentaron tres listas, dos de las cuales, la 1 y la 3, significaban una suerte de continuidad de la administración que desde hace más de diez años rigió los destinos de esta institución; años en que, a pesar de los cuestionamientos que generó dicha administración, se mantuvo en el poder a través de alianzas estratégicas y una sola razón: las cifras que entregaban feria tras feria del libro.

El año pasado, por ejemplo, se superó los 10 millones de soles en ventas y la cantidad de público convocado se acercó al medio millón. Pero sincerando las cifras se evidenciaba que el grueso de las ventas tenía como destino los grandes importadores y distribuidores, mientras que el sector productivo editorial peruano seguía sin gozar de esa aparente bonanza.

Durante todo el día he estado pendiente de los resultados de las elecciones para escribir este post e, incluso, tenía un arranque que decía: «Como era de esperarse los mejores perdieron…». Sin embargo, al comunicarme telefónicamente con Salomón Senepo (Vocal-Borrador Editores SAC), quien formó parte de la lista 2, este me confirmó lo que nadie esperaba: la lista 2 había ganado en segunda vuelta. La lista 2, conformada por Germán Coronado (Presidente- Ediciones PEISA S.A.C.), Ana Patricia Arévalo Majluf (Vicepresidente - Pontificia Universidad Católica del Perú), José Carlos Alvariño Ordoñez (Secretario- Universidad Antonio Ruiz de Montoya), Alberto Rosenblum Telias (Prosecretario - Distribuidora Peruana de Publicaciones SA- DIPUSA), Jorge Antonio Davelouis Sartori (Tesorero - Editorial Océano Peruana SA), Micaela Lucía Benites Loaiza (Protesorero - Librería La Familia SA), Valeria Francisca Mesia Japay (Vocal - Grupo La República Publicaciones SA), Jorge Zavaleta Salvador (Vocal - Ediciones Zeta SRL), y el mencionado Salomón Senepo; la lista 2, la única que se presentaba como una alternativa a la continuidad y, en ciertos casos, a la impunidad, sobre todo por la probidad de sus miembros, ganó.

A veces estamos tan acostumbrados a que los finales que nos tocan sean por fuerza siempre los tristes, que cuando suceden los otros no sabemos cómo asimilarlo. Por mi parte, nunca me he sentido tan contento de borrar algo que empecé a escribir como una tragedia más. Hoy solo hay motivos para celebrar.