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El alcohol y los escritores (IV): la muerte de Dylan Thomas

El poeta de Gales murió un 9 de noviembre de 1953 y al respecto se han tejido diversas leyendas.

Publicado: 2014-01-17

Se dice que se trata de un mito literario, de una fábula que aumenta más su fama literaria, lo cierto es que la muerte de Dylan Thomas a los 39 años podría catalogarse -siguiendo este mito- como un "murió en su ley". La leyenda dice que Thomas murió luego de volver del White Horse Tavern y decir: "He tomado 18 vasos de whisky... Creo que esto es un record". 

Ciertamente él había regresado de tomarse unos tragos en dicha taberna, ubicada en Nueva York, a donde había arribado como parte de su gira norteamericana en 1953. Ya en su hotel, el Chelsea, durmió un rato y despertó con problemas respiratorios. Debido al malestar llamaron al doctor Milton Feltenstein, quien recetó un esteroide llamado ACTH. 

Como las complicaciones no desaparecían se le suministró  morfina ya que el doctor creía que Thomas padecía un delirium tremens. Con esta medicación Thomas quedo en coma y fue llevado al hospital St Vincent. Ahora, el diagnóstico post mortem indicó que la principal causa de su muerte fue una neumonía y un daño cerebral (provocado por la dosis de morfina). 

Dylan Thomas no solo se dio a conocer en el circuito literario anglosajón por sus poemas sino también por su fama de bebedor. Se dice que Gales era su lugar para escribir, pero que iba a Londres cada vez que quería emborracharse. En este camino lo acompañó Caitlin Macnamara, con quien se casaría en 1937, y quien alguna vez dijo "El bar fue nuestro altar".

Vuelvo a la pregunta de notas anteriores: ¿por qué bebía Dylan Thomas? Se ha mencionado que se trato de una herencia paterna (su padre era alcohólico), pero se trataba, a mi entender, de una forma de vencer a la muerte, esa presencia que merodea siempre en su poesía oculta en símbolos y sugerencias, entre fantasmas, fauna y ciudad. 

El alcohol, como sucedió con Poe, fue una forma de paliar el dolor, de luchar contra el tormento que lo perseguía. Al respecto, en cierta oportunidad Thomas confesó: "Mi poesía es el testimonio de mi lucha individual contra la oscuridad e ir hacia alguna porción de luz". En este sentido recordemos uno de sus versos: "Enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz". Junto a la poesía el alcohol resultaba otra forma de iluminación. 




Enlaces relacionados:

El alcohol y los escritores (I)

El alcohol y los escritores (II): el ajenjo

El alcohol y los escritores (III): la agonía de Edgar Allan Poe



Escrito por

Christian Elguera

Escritor y corresponsal de literaturas indígenas en Latin American Literature Today


Publicado en

Redacción mulera

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