Irak, un país fragmentado
Con el retiro de las tropas estadounidenses de territorio iraquí en el 2011, las luchas entre facciones de rebeldes sunitas, aliadas con Al Qaeda, y el gobierno chiita han desatado una guerra civil.
Desde que los soldados estadounidenses dejaron Irak, poco se habla de este golpeado país en el contexto internacional, a no ser por las explosiones, baños de sangre y violencia que forman parte de la rutina de guerra.
No obstante, desde la retirada de Estados Unidos en el 2011, ya se vislumbraba la llegada de una guerra civil que hoy no encuentra ninguna perspectiva de solución. En las últimas horas los enfrentamientos entre los insurgentes sunitas y miembros del gobierno chiita dejaron más de 50 muertos.
Desde el punto de vista político, EEUU no deja de tener un compromiso con los regímenes de Afganistán e Irak, afines a sus políticas, pero que deben luchar contra los integristas islámicos apoyados ya sea por los talibanes o Al Qaeda.
El gobierno de Barack Obama interpretó bien el sentir de la opinión pública, que tras más de diez años de conflictos, se hastió de ver a sus soldados en territorios del Medio Oriente y exigió el retiro. Por si fuera poco, más de 6 mil soldados estadounidenses murieron en ambos países en estos años de guerra.
La factura de la salida norteamericana, en el caso iraquí, fue costosa. Irak es una suerte de tierra de nadie, resquebrajado por divisiones intestinas de corte étnico y religioso.
En el centro del país, el gobierno chiita de Nuri al-Maliki enfrenta una creciente incursión de Al Qaeda, que ya tomó la ciudad de Faluya, símbolo del integrismo islámico.
Al Qaeda no acusó la muerte de líder y fundador Osama Bin Laden a manos de militares estadounidenses. Este grupo está formado por milicianos de más de sesenta nacionalidades y no funciona con una jerarquía vertical.
En Irak se hace llamar Estado Islámico de Irak y el Levante, pues también actúa en Siria. Es un grupo de filiación sunita que tiene en la yihad su principal objetivo.
En un contexto de terrorismo global, este tipo de guerras son las más difíciles de enfrentar para fuerzas constituidas como Estados Unidos. Es por eso que en sus años en Irak, nunca se pudo consolidar ningún proceso de paz. Hoy la factura de muertes se hace cada vez más elevada.
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Periodista viajero e internacional. Profesor universitario. Estudiante de la Maestría de Ciencias Políticas en la PUCP.
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