Miles de jóvenes protagonizaron la marcha contra la repartija
LaMula.pe estuvo en la marcha #TomaLaCalle la cual fue protagonizada por ciudadanos indignados de la clase política peruana. Culminada la movilización, conversamos con algunos actores de la protesta.
La noche de este lunes 22 de julio, cerca de 10 mil manifestantes, en su mayoría jóvenes, tomaron las calles del Centro de Lima para protestar en contra de la clase política dominante peruana. La repartija de cargos perpetrada en el Congreso en las elecciones por el Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo y Banco Central de Reserva fue lo último que tuvieron que soportar.
Hartos e indignados, gritaron lo que ellos sienten como un sistema político que no los representa. Una vez concentrados en la Plaza San Martín y luego de cantar el Himno Nacional a manera de exigir un Perú mejor, decidieron marchar hacia el Congreso. Esta indignación no solo era con los congresistas, sino con la mayoría de malos políticos que entienden su llegada al poder como una oportunidad para negociar en favor de sus intereses particulares.
Los manifestantes no pidieron cerrar el Congreso o dar un golpe de Estado como soluciones a este problema. Estos jóvenes exigieron una democracia que verdaderamente los represente. En una especia de Asamblea en plena Plaza, denunciaron los negociados de los partidos en el Parlamento y presentaron sus propuestas para candidatos al TC y la Defensoría.
Anteriormente, luego de perpetrarse la repartija, algunos de estos jóvenes protestaron en la Plaza San Martín y lograron un impacto suficiente como para que las personas electas a estos cargos renuncien. Desde ese momento, el rechazo estuvo en las calles y en las redes sociales. Twitter y Facebook estuvieron llenos de comentarios en contra de lo que denominaron “repartija”.
En su camino hacia el Congreso, los manifestantes marcharon de manera pacífica, alzando las manos en señal de protesta, entonando el Himno Nacional y al grito de “El que no salta es un corrupto”. A pesar de ello, la Policía usó de manera innecesaria y excesiva la fuerza, ya que lanzó bombas lacrimógenas, gas pimienta y chorros de agua. Además, detuvo arbitrariamente a 9 personas luego de haber dispersado a los manifestantes.
El cierre de esta manifestación tuvo lugar en la Plaza San Martín en donde los ciudadanos prometieron que este solo era el inicio de una lucha por recuperar el país, por salvarlo de los malos políticos que piensan que se pueden repartir cargos tan importantes entre sus partidos políticos. La repartija sobrepasó los límites de las ya conocidas malas prácticas de algunos políticos y sirvió para convocar a jóvenes sin filiación partidaria a involucrarse en este proceso de cambio ejerciendo su derecho ciudadano a la protesta.
Como advierten los protagonistas, este solo ha sido el inicio de una jornada de lucha que continuará el 27 de julio cuando no solo reclamen más honestidad y transparencia a los políticos, sino que exigirán el cumplimiento de promesas al Presidente Ollanta Humala. Pedirán al gobierno que haga las reformas, pero que tome en cuenta a los actores involucrados, ya sean estudiantes o trabajadores. Por ahora, la clase política peruana debe estar pensando que no pueden hacer lo que se les dé la gana sin generar una reacción ciudadana en las calles.
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Periodista con especialización en Gobierno y Políticas de Salud (PUCP), miembro de la Red Labora y especializado en temas de cannabis.
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