Bolivia se asoma al abismo. Luego de la muerte de nueve manifestantes leales al expresidente de Bolivia Evo Morales por heridas de bala, producto de la represión policial y militar de las protestas del viernes último, los productores de hoja de coca del Chapare ─bastión político del exmandatario─, realizaron un cabildo en el que acordaron dar un plazo de 48 horas para que renuncie la mandataria interina Jeanine Áñez del país, o realizarán un bloqueo nacional e indefinido de carreteras hasta que su exigencia sea escuchada.

El diario "El Deber" de Bolivia informó que el cónclave de los seguidores de Evo Morales se llevó acabo en la carretera de Sacaba, en el mismo lugar donde eran velados los cuerpos de cinco de los nueve cocaleros fallecidos antes de ser trasladados al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), en la ciudad de Cochabamba, para los exámenes forenses, que confirmaron que murieron tras ser alcanzados por balas. 

Además de pedir la renuncia de Áñez, que se autoproclamó presidenta pese a la falta de quórum del Senado, los cocaleros demandan el repliegue inmediato de las Fuerzas Armadas de Sacaba para evitar más muertes. También piden la liberación de los detenidos y "que se acabe la persecución de todos los dirigentes".

"Ajuste de cuentas"

Lo que parece estar cocinándose en Bolivia, además de la represión social, es un ajuste de cuentas político.  En los cerca de 14 años del gobierno de Evo Morales, numerosos políticos opositores fueron enjuiciados y encarcelados por diferentes razones. 

"Vamos a ajustar las cuentas. No es venganza, es justicia", dijo en BBC Mundo Rafael Quispe, diputado y líder indígena crítico con Evo Morales, pero que en los primeros años del mandato del expresidente fue su aliado.

Quispe resalta que en los últimos tiempos fue enjuiciado 20 veces por el gobierno saliente. "Nos han perseguido a quienes éramos opositores, en cambio de ellos ningún juicio ha llegado a su fin porque controlaban la justicia", indica el líder indígena. 

 "Ahora que los tribunales ya no están coaccionados ojalá que cumplan su función y metan un proceso a Morales [...] De acuerdo a mis investigaciones, ha sido el gobierno más corrupto de la historia del país".

Además, con Áñez en el poder, que tiene el respaldo de las fuerzas armadas, el nuevo ministro de Gobierno, Arturo Murillo, anunció que iba a salir a cazar a las autoridades del gobierno de Evo Morales.

"Inmediatamente me ponga en reunión con la policía voy a dar las instrucciones necesarias. Vamos a ir a la cacería de Juan Ramón Quintana", dijo en referencia a quien fue el ministro de la Presidencia de Morales y viejo adversario político suyo.

Murillo, un conocido crítico del exmandatario desde siempre, anunció además que esta semana publicaría una lista de los congresistas del partido de Evo Morales que participan en "actos de sedición" y los procesará con la fiscalía.

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