La Cámara de Representantes de EEUU aprobó este jueves continuar el proceso de investigación de cara al "impeachment" al presidente Donald Trump, con 232 votos a favor y 196 en contra, con lo que se pone en marcha el juicio político al jefe de Estado por haber presionado a Ucrania para perjudicar a su rival político Joe Biden.
Así, la cámara, de mayoría demócrata, dio formalmente el visto bueno al proceso que se venía celebrando a puerta cerrada en varios comités del Parlamento de los Estados Unidos contra el mandatario, que podría terminar con su destitución.
Tras la votación, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que acusa a los demócratas y a Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, de introducir "violaciones inaceptables del debido proceso dentro de las normas de la cámara".
Pelosi activó las pesquisas el 24 de septiembre luego de que se revelaron las maniobras de Trump para intentar que Ucrania investigase a su rival electoral, el exvicepresidente Joe Biden, y al hijo de este por sus negocios en ese país, lo que perjudicaría electoralmente al precandidato demócrata.
Las investigaciones reservadas hasta el momento han arrojado que el presidente de EEUU se valió de una diplomacia paralela para influir en Kiev. En esta trama, el abogado personal del magnate, Rudy Giuliani, desempeñaba un papel fundamental
Ahora, el proceso entra en una etapa muy distinta, con la posibilidad de audiencias públicas y de defensa formal por parte de los abogados de Trump. Lo aprobado este jueves fija las normas y procedimientos que los republicanos creen injustos.
Entre otras medidas, los demócratas, gracias a su mayoría en la Cámara, podrán vetar algunas comparecencias que no consideren pertinentes. Pelosi defendió la las reglas de juego aprobadas, porque ─dijo─ son similares a las establecidas en su momento para Richard Nixon o Bill Clinton.
De concretarse el "impeachment", que es la imputación que hace la Cámara de Representantes, sería elevado al Senado para que proceda a tramitar el juicio político que podría desembocar en la destitución de Trump.
Es la tercera vez en la historia de EEUU que se pone en marcha una juicio político contra un presidente, ya que la legislación del país dice que los mandatarios no pueden ser imputados mientras ocupen el cargo, así que sus acusaciones deben verse en el Congreso.
Pero nunca se ha concretado la destitución de un presidente por esta vía: Nixon dimitió por el Watergate antes de que el caso se votase y Clinton, por el caso Lewinksy en 1998, ganó la votación final en el Senado. Y es probable que ese sea el desenlace para Trump, ya que el Senado es de mayoría republicana.
El escándalo se inició tras la filtración de una conversación telefónica del 25 de julio entre el presidente de EEUU y su par de Ucrania, Volodímir Zelenski. En esa conversación, que Trump insiste en calificar de "perfecta", este pide a su homólogo que investigue la supuesta corrupción Joe Biden y su hijo Hunter, que trabajó con la compañía de gas ucraniana Burisma.
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