La violencia machista en Perú se cobró esta semana una nueva víctima:  A plena luz del día, Gino Villegas, de 45 años, un agente de seguridad del Ministerio de la Mujer, disparó tres veces contra su expareja Ingrid Arizaga, de 38 años, dentro del mercado Santa Rosa del Callao, cuando el lugar esta lleno de gente. Y el drama de los feminicidios parece no tener cuándo acabar en el país: en los primeros nueve días del 2019, ya se han registrado cinco casos, una tendencia que viene del 2018, cuando hubo 147 asesinatos de mujeres, 21% más frente al 2017. 

 De acuerdo con las cifras de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio de la Mujer, este fue el crecimiento más alto de los últimos nueve años. Al asesinato de Ingrid Arizaga, se suma a los de Clorinda Bonifacio (49) en Tacna; Lisbeth Torres Recuay (21) en Huancayo; Magdalena Suaña Mamani (29) en Juliaca; y Roxana Mendoza Torres (23) en Ayacucho.

Desde agosto de 2016, cuando el colectivo Ni Una Menos empezó a movilizarse en el Perú, el Gobierno dictó medidas para combatir la violencia contra la mujer, como la creación de fiscalías especializadas en delitos de género o el endurecimiento de penas, pero las agresiones no se han detenido, pese a que incluso ahora existe una mayor conciencia de las mismas mujeres y una mejor respuesta del Estado en el reconocimiento de sus derechos.  "Un alto porcentaje de agresores son exparejas que no aceptan que las mujeres terminen la relación y quieran continuar con su proyecto de vida", dijo Diana Portal, representante de la Defensoría del Pueblo. 

Para el director de salud mental del Ministerio de Salud, Yuri Cutipé, el Perú vive un momento de transición frente a los derechos equitativos e igualitarios, lo que de alguna forma —dijo en RPP— ha desatado una respuesta más violenta de las bases machistas.

"La sociedad empieza a reconocer los derechos de las mujeres, y los varones, al perder ese poder, embargados por ideas machistas no tienen filtros para contener la cólera o alejar la frustración".

El experto sostiene que el Estado necesita poner en marcha una serie sistemas de protección y una política educativa sensible a las cuestiones de género, pero hasta el momento los sectores más conservadores se han opuesto a que se termine de implementar en el currículo escolar en enfoque de igualdad de género, clave para luchar contra los feminicidios. "De 107.000 casos de violencia que el Ministerio de Salud atendió en 2018, más de 70.000 fueron contra la mujer", señaló este jueves Cutipé, según reportó Jacqueline Fowks, corresponsal de El País en Lima.

Hasta 20 años de cárcel

El día en que Villegas asesinó a Arizaga, le robó el arma a un compañero de trabajo y fue hasta el puesto donde trabajaba su expareja para exigirle las ganancias del día, según declararon testigos a la Policía.  Minutos después del crimen, un video de seguridad del mercado registró al sujeto que salía del lugar apuntando con el arma. Desató pánico entre los trabajadores y clientes del lugar. Dos cuidadores de carros y un policía que se encontraban en el mercado lograron detener al atacante, quien es el padre de los cuarto hijos que ha dejado Ingrid.

Villegas asesinó a la madre de sus hijos en un mercado del callao. (Perú21)

Ahora, Villegas Arévalo enfrenta una condena de hasta 20 años de cárcel. Por lo pronto, ya fue puesto a disposición del Ministerio Público, acusado del delito de feminicidio. Julio Odón, fiscal a cargo del caso, pedirá este viernes que el asesino vaya preso al menos nueve meses de manera preventiva mientras es procesado. "Hemos recibido testimonios de allegados a la víctima y de los que vieron el hecho", dijo al señalar que con hay evidencia suficiente para solicitar la medida provisional.

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