Andrés Manuel López Obrador, o solo AMLO, juró este sábado como presidente de México, tras ganar las elecciones del 1 de julio, lo que marca un hito histórico en el mayor país hispanohablante del mundo, al ser primer izquierdista en décadas que llega al poder, para el sexenio 2018-2024, en el que promete "transformar" a este país acabando con la corrupción y la violencia del narcotráfico.
Tras su abrumadora victoria electoral, con más de 30 millones de votos (53%), en estos cinco meses, AMLO tomó una serie de controvertidas decisiones que no han sino recalcar su figura de político indomable en la historia reciente del país, en el que se obstinó tanto por la banda presidencial hasta que lo logró a los 65 años, en su tercer intento. "Comienza un cambio de régimen político en México", proclamó.
"Prometo guardar y hacer guardar la constitución y las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido", dijo el líder de izquierda durate la ceremonia, que fue transmitida en pantallas en el Zócalo de Ciudad de México, donde cientos de personas se han reunido y contado hasta 43 por los estudiantes de Ayotzinapa.
En el acto de investidura no solo había líderes políticos. El billonario Carlos Slim, el hombre más rico de México, también estuvo presente en al asunción del AMLO, quien ha denunciado varias veces el modelo neoliberal que representa el magnate durante su discurso.
Una de esas medidas es la creación de la controvertida Guardia Nacional, con la que pretende luchar contra el auge de la violencia en el país y al que se refirió este sábado en su asunción al poder. "El ciudadano mexicano en la actualidad está en un estado de indefensión", dijo.
López Obrador también se refirió a una de sus promesas más populares: la venta del avión presidencial. "Se pondrá en venta el avión presidencial desde el lunes próximo y toda la flotilla de aviones y helicópteros de altos funcionarios", ratificó.
En otro momento de su discurso, AMLO dijo que sus reformas apuntarán a ayudar a los que menos tienen. "Se otorgarán 10 millones de becas a estudiantes de todos los niveles, se crearán 100 universidades públicas, se fomentará el deporte, la ciencia y la tecnología. También van a recibir este apoyo jubilados y pensionados", anunció el investido presidente de México, quien también prometió pensiones para personas con discapacidad y créditos a agricultores, artesanos, comerciantes y empresarios.
El líder de Morena además enfatizó el compromiso de su gobierno en la lucha contra el cambio climático y la defensa del medioambiente. "No se permitirá el fracking, ni los transgénicos", subrayó, tras enumerar algunas de las reformas que prevé hacer, como cancelar la reforma educativa, crear el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, universalizar la atención médica, entre otros.
"Se aumentará al doble el salario mínimo", adelantó también López Obrador, que hizo de la lucha contra la pobreza y la desigualdad como una de sus principales banderas, en un país en el que el 43% de los mexicanos viven por debajo de la línea del bienestar, según datos oficiales.
Hasta ahora, López Obrador sigue fiel a sí mismo, consecuente con sus ideas: no quiere llevar escolta (seguridad) y asegura que vivirá en la misma casa que hasta ahora hasta que su hijo pequeño no termine los estudios. Porque han sido años de navegar contracorriente y no dudó a la hora de abandonar el PRD después de las elecciones de 2012 para crear un partido, Morena, con el que finalmente lo que tanto buscó: la Presidencia de México.
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