El presidente Martín Vizcarra confirmó este lunes que plantear una cuestión de confianza es una posibilidad, como lo había adelantado el vocero del oficialismo, Gilbert Violeta, si el Congreso incumple los plazos que ha fijado el Ejecutivo para aprobar y llevar a cabo el referéndum sobre reformas políticas y judiciales.
"No descartamos nada que esté contemplado en la Constitución", sostuvo, al ser consultado al respecto en América Noticias. "Estamos esperando pacientemente el accionar del Congreso, pero si dado el tiempo prudencial y no vemos la voluntad, inmediatamente actuaremos en función de lo establecido por la Constitución", dijo.
El mandatario explicó que el referéndum debe darse en diciembre, con la segunda vuelta de las elecciones regionales y municipales, para lo cual los proyectos sobre la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, la no reelección congresal, la regulación del financiamiento privado de las campañas políticas y el retorno a la bicameralidad se deberían aprobar en setiembre para poder convocar en octubre a la consulta popular.
De hecho, así lo estableció un cronograma de trabajo que aprobó la Comisión de Constitución la semana pasada, en el que se fijaron plazos concretos al respecto.
Vizcarra agregó que no aceptará que las reformas que anunció en julio, en su discurso por fiestas patrias, se posterguen, aunque confía en que el Congreso no bloquee el referéndum. "El Congreso se puso a la altura de las circunstancias para retirar a integrantes del Consejo de la Magistratura, lo que creo es que cuando tengan en el Pleno el plan de reformas constitucionales, lo van a aprobar", dijo.
Pero por las dudas, sobre todo luego del pronunciamiento de Keiko Fujimori, cuyo partido controla el Parlamento, contra la reforma política, Vizcarra exhortó a los legisladores para que vean con "responsabilidad, seriedad y prontitud" las iniciativas realizadas por su gobierno.
¿Asustados?
En el fujimorismo no cayó bien la posibilidad de que desde el Ejecutivo se plantee una cuestión de confianza, que implicaría un eventual cierre del Congreso. La vocera de este grupo, Úrsula Letona, calificó el anuncio que hizo el oficialismo y confirmó el mandatario, como una amenaza. "No puede ser posible que nos amenacen porque queremos corregir proyectos del Ejecutivo que han sido mal planteados", alegó en Correo este fin de semana.
A su turno, la legisladora fujimorista Karina Beteta aseguró que un eventual pedido de cuestión de confianza no es solo una "amenaza" del oficialismo sino un "plan del Ejecutivo". "Como son un partido improvisado, no tienen capacidad de ver lo que es vivir en democracia, no tienen la tolerancia para buscar consensos. Están acostumbrados a imponer, como lo pensaba Pedro Pablo Kuczynski, quien pensaba que Palacio era su chacra", alegó.
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