El flujo de venezolanos que llega diariamente a Perú bajó este sábado de forma significativa tras restringirse el paso en la frontera desde la medianoche de este sábado para los inmigrantes de ese país que no disponen de pasaporte —salvo casos especiales por razones humanitarias—, mientras que los controles se realizan sin problemas.
Ahora, los venezolanos que no tengan este documento, que es casi imposible de tramitar en su país, han recurrido a solicitar asilo al Gobierno peruano para intentar entrar legalmente al país, que es uno de los opciones a las que se refirió el canciller peruano, Néstor Popolizio, en un entrevista con El Comercio, en la que aseguró que no se dejará por fuera de las fronteras del país a ningún venezolano que pretenda entrar, pero cumpliendo las reglas para una migración segura y ordenada. Reiteró que la exigencia del pasaporte se dispuso por razones de seguridad, debido a que las cédulas de identidad venezolanas son fácilmente falsificables.
El puesto fronterizo de Tumbes, por donde unos 3.000 venezolanos entraban al día hasta este viernes, luce más descongestionado, luego de que miles de inmigrantes hicieran largas colas durante varias horas para cruzar la frontera antes de que se les exija a todos ellos el pasaporte, reportó la agencia Efe desde ese lugar.
La calma y normalidad siguió reinando en estas instalaciones migratorias a pesar de que hay decenas de venezolanos cuyo ingreso a Perú es aún incierto, pues llegaron pasada la medianoche y viajan sin pasaporte, incluso algunos sin tarjeta andina de migraciones (TAM), documento para transitar por la Comunidad Andina (CAN), integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Peru.
Exhaustos por la semana completa de caminata que acumularon desde Venezuela, de donde salieron obligados por la agobiante crisis económica y humanitaria que provocó el régimen de Nicolás Maduro, y sin que se les pase por la cabeza volver, la mayoría de los migrantes que no tiene pasaporte solicitaron asilo al Ministerio de Relaciones Exteriores para poder entrar legalmente a territorio peruano.
Este es el recurso de urgencia usado por aquellos que no pueden ser considerados dentro de las excepciones contempladas por el Gobierno peruano para quienes no tienen pasaporte, que son niños que viajen con sus padres, mujeres embarazadas o ancianos.
Así hizo Yorddy Rodríguez, joven barista que le contó a Efe que le garantizaron que con la solicitud de asilo podrá ingresar al Perú, para luego tramitar un pasaporte, permiso de trabajo y gozar de una permanencia "sin altercados" en el país.
Menos seguro estaba Ernesto José Méndez, quien también pidió asilo, pero al que le dijeron que su situación sería evaluada y le darían una respuesta en tres días. "Si no me dejan pasar, yo para atrás no voy", afirmó, al señalar que viaja sin pasaporte junto a unos hermanos y primos a la espera reunirse en Lima con otro hermano.
María Ballesteros también llegó al puesto fronterizo de Tumbes en compañía de sus dos hijos y su marido, este sin documentos tras haberlos perdido en Colombia, durante su viaje emprendido hace ya seis días desde Maracay, la capital del estado de Aragua. "Pido el apoyo a Perú porque voy con mis niños y mi esposo y yo no quiero volver atrás. Quiero entrar a Perú, poder trabajar y vivir honradamente", dijo. "Los niños no han comido bien. Están un poquito mal del estómago.Vomitaron, también están con dolor de cabeza y muchos mareos", agregó.
DATOS
> Perú es el segundo país que alberga a más inmigrantes venezolanos, luego de Colombia, con alrededor de 400.000 residentes, la mayoría llegados en el último año, de ellos el 80 % con pasaporte y el 20 % con cédula de identidad, según los datos de Migraciones de Perú.
> Alrededor de 2,3 millones de venezolanos han huido del país como consecuencia de la crisis, según las últimas cifras de la ONU, que alertó de la falta de alimentos y de medicinas que sufre la población.
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