Movidas en la Casa Blanca. Este martes, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció la destitución de Rex Tillerson como secretario de Estado de su gobierno y en su reemplazo nombró a Mike Pompeo, actual jefe de la CIA.
"Mike Pompeo, director de la CIA, será nuestro nuevo secretario de Estado. Hará un trabajo fantástico. ¡Gracias a Rex Tillerson por su servicio! Gina Haspel será la nueva directora de la CIA, y la primera mujer en alcanzar este cargo. ¡Felicidades para ella!"
La salida del jefe de la diplomacia estadounidense implica un cambio delicado en el equipo de seguridad nacional y se da en medio de las negociaciones con Corea del Norte, para un próximo encuentro entre Trump y Kim Jong-Un, según señalaron funcionarios de la Casa Blanca citados por el Washington Post,
El Post sostiene que fue el presidente de EEUU quoen le pidió el viernes pasado la renuncia a Tillerson, quien tuvo que interrumpir su viaje a África el lunes para volver a Washington.
Gina Haspel, actual subdirectora de la CIA, fue propuesta por el mandatario para asumir el mando de la agencia, con lo que se convertiría en la primera mujer en dirigirla, si es confirmada en el cargo por el Congreso de EEUU. Es una veterana sindicada de permitir la tortura a detenidos en la década pasada.
Trump además destacó la trayectoria de Pompeo —'halcón' del ultraconservador Tea Party— y subrayó que estaba orgulloso de nominarlo como nuevo jefe de la diplomacia estadunidense:
"Mike se graduó primero en su clase en West Point, sirvió con distinción en el Ejército de EEUU y se graduó con honores en la Facultad de Derecho de Harvard. Luego pasó a servir en la Cámara de Representantes. Con un historial comprobado de trabajo en el otro lado del pasillo".
En el 2017, Trump y Tillerson tuvieron fuertes encontronazos, por diferencias en el manejo de la política exterior, en asuntos como como el nivel de presencia militar en Afganistán, la crisis diplomática entre Catar y varios países árabes, así como la política de Washington en relación con Cuba. Desde entonces, la relación entre ambos se desgastó.
De hecho, desde noviembre pasado el mismo Trump ya ponía en entredicho la continuidad del ex director ejecutivo de ExxonMobil como secretario de Estado. Incluso, la prensa estadounidense reseñó un incidente en el que Tillerson habría usado el término "idiota" para aludir al mandatario en una reunión con el equipo de seguridad nacional de la Casa Blanca realizada en el Pentágono. El escándalo fue tal, que el entonces secretario de Estado tuvo que realizar una inusual conferencia de prensa para negar una futura renuncia, pero no aclaró si usó o no el calificativo para describir a su jefe.
Sobre su salida, tres fuentes de la Casa Blanca que cita el Post señalan que Trump considera que Tillerson es "demasiado estable" en su pensamiento y que por ello cree que era importante sacarlo en este momento, mientras se prepara para la cita con Kim Jong-un.
A su turno, Pompeo también se refirió a su nominación. "Estoy profundamente agradecido al presidente Trump por permitirme servir como Director de la Agencia Central de Inteligencia y por esta oportunidad de servir como Secretario de Estado", dijo en un un comunicado.
"Su liderazgo ha hecho que Estados Unidos esté más seguro y espero representarlo a él y al pueblo estadounidense en el resto del mundo para promover la prosperidad de Estados Unidos. Servir junto a los grandes hombres y mujeres de la CIA, los servidores públicos más dedicados y talentosos que he encontrado, ha sido uno de los grandes honores de mi vida".
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