Casi un año después de que EEUU, bajo el mando de Donald Trump, abandonará el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), este jueves se echó a andar este mismo acuerdo comercial, uno de los mayores del mundo, pero renombrado como el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, con la participación de México, Chile, Canadá, Perú y siete países del Asia —Brunei, Japón, Malasia, Singapur y Vietnam— y otros dos de Oceanía —Australia y Nueva Zelanda—.

Así, el TPP11, como también se le conoce, es una "señal muy poderosa" a favor de la apertura comercial, destacó el canciller chileno, Heraldo Muñoz, en cuyo país se suscribió el acuerdo, que además es un potente mensaje contra el nacionalismo económico —léase proteccionismo— de Trump, quien este mismo jueves firmará su primer gran decreto arancelario para gravar todas las importaciones de acero y aluminio, medida que ha puesto al mundo a borde de una guerra comercial.

"Vamos a dar una señal muy poderosa de que este grupo de países, que son más de 500 millones de personas y representan alrededor de 10 trillones de dólares en la suma de sus economías, están a favor de la apertura y del comercio", dijo el jefe de la diplomacia chilena en la ceremonia de suscripción del TPP11 en Santiago, a la que asistieron ministros de los países firmantes.

El TPP11 es el fruto de las negociaciones de los 11 países de la cuenta del Pacífico mencionados, tras la retirada de EEUU que dispuso Trump, y crea un gigantesco mercado libre de aranceles de 500 millones de consumidores que suma casi la sexta parte del PBI mundial. 

Según expertos en comercio internacional, este acuerdo se sitúa a la vanguardia global sobre normatividad y facilitación del comercio con un enfoque radicalmente nuevo. Y destacan que México y Canadá, que están plena renegociación del TLC con EEUU, y Japón, que se sitúa como indiscutible competidor de China en Asia, son los grandes ganadores del TPP11.

El canciller chileno aseguró que el comercio internacional está "muy vivo" y resaltó que el nuevo acuerdo incorpore el adjetivo progresista. "El nombre tiene que ver con el propósito que el progreso, el crecimiento económico y el comercio lleguen a todos", afirmó Muñoz, quien dijo que consideró que es una señal fuerte a favor de un mundo abierto al comercio "sin sanciones unilaterales y sin la amenaza de guerras comerciales", en una clara alusión a las postura de Trump.

Muñoz ofreció una declaración a la prensa junto a los ministros de Comercio de Canadá y Nueva Zelanda para anunciar la firma de una declaración en la que se comprometen a promover un comercio "progresista e inclusivo". "El comercio abierto es fundamental pero tiene que llegar a todos y debe tener la capacidad de ayudar a combatir la desigualdad y la pobreza", subrayó.

El jefe de la diplomacia chilena enfatizó que el comercio global debe promover los intereses de las pequeñas y medianas empresas, no solo los de las corporaciones, y favorecer las oportunidades de las mujeres, los pueblos indígenas y las personas con menos oportunidades. "Nadie pensaba que el acuerdo sobreviviría sin EEUU", anotó el titular chileno de Exteriores. Pero así fue.

Además, Chile, Canadá y Nueva Zelanda acordaron reforzar algunos aspectos de los mecanismos de solución de controversias entre inversionistas y Estados. En concreto, lo que se busca es introducir mayores niveles de transparencia en los procedimientos y la preservación del derecho a regular que poseeGuardando...n los Estados temas relevantes de las políticas públicas.

El TPP11 entrará en vigor cuando sea aprobado en al menos seis (la mitad más uno) de los países firmantes.

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