El Frente Amplio de izquierda fue la gran sorpresa de las elecciones de este domingo en Chile, en las que su candidata, Beatriz Sánchez, estuvo a punto de meterse en la segunda vuelta presidencial, al conseguir el 20,31 % de los votos, contra todo pronóstico, porque las encuestas le daban apenas un 8,5% de respaldo. 

Sin embargo, la colación constituida formalmente a comienzos de este año por dos exlíderes estudiantiles que encabezaron las históricas protestas en el 2011en Chile, logró una votación que por poco deja afuera de la segunda vuelta al aspirante oficialista Alejandro Guillier, quien sacó el 22,66% de los sufragios y con ello le disputará la Presidencia al expresidente y candidato de derecha Sebastián Piñera, quien logró el 36,64% en la jornada electoral.

Beatriz Sánchez alcanzó el 20,27% de los votos en las presidenciales; en tanto, la votación para el Parlamento los más valorados fueron justamente los fundadores del Frente Amplio, que reúne a una docena de partidos de izquierda: los diputados Gabriel Boric y Giorgio Jackson, de 31 y 30 años respectivamente, edad que no les permitía ser candidatos a La Moneda.

Es decir, tanto Boric como Jackson fueron reelectos en sus respectivos distritos, Magallanes y Santiago. Además, el Frente Amplio habría logrado otros 18 diputados y al menos un senador, lo que les permitirá tener una bancada importante en un Congreso fragmentado.

"Llegamos para quedarnos"

"Quiero una explicación de parte de todos los diarios, cuando decían que (Sebastián) Piñera iba a ganar en primera vuelta y a nosotros no nos daban más de un 8 % de los votos", dijo en tono irónico Beatriz Sánchez. "Dijeron que estábamos afuera, fue falso, estábamos adentro", subrayó la candidata, que irrumpió en la política chilena con una férrea defensa del aborto libre, el matrimonio igualitario y la paridad de género, además de gravar con un impuesto del 2 % anual el patrimonio de los "súper ricos".

Sánchez, periodista de profesión, ante miles los seguidores del Frente Amplio, dijo que las elecciones de este domingo fueron sumamente desiguales.

"Desigual en plata, había un candidato (Piñera) que gastó diez veces más que nosotros. Fue desigual también, porque nosotros tenemos dos alcaldes, poquitos concejales y tres parlamentarios, y así todo lo hicimos".

Destacó además el respaldo en las urnas a las medidas que el Frente Amplio ha puesto sobre la mesa y que esta coalición de izquierda "viene para quedarse", tras subrayar que lograron quintuplicar la cantidad de parlamentarios: tenían solo tres representantes en el Congreso chileno y ahora esta bancada tendrá 20 legisladores.

Pero ahora el reto, para consolidarse como una opción viable y de cambio, es que logren mantenerse unidos y cohesionados —es decir, que no suceda lo que pasó con el Frente Amplio en el Perú—, porque ya en las internas de la coalición chilena, que solo logró convocar a 327.000 votantes —lo que equivalía a un cuarto de los adherentes que logró movilizar la derecha en sus primarias—, surgieron problemas internos entre sus líderes y la caída sostenida en las encuestas hicieron prever, erróneamente, un estrepitoso fracaso. La mayoría de analistas coincidía en que no iban a superar el 7%, que es fue porcentaje de apoyo que históricamente ha tenido la izquierda extra oficialista entre 1990 y 2000 en Chile. Pero se equivocaron.

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