Venezuela entró en un 'default' parcial por el impago de US$200 millones de dólares en sus bonos globales, según la agencia Standard & Poors, lo que amenaza con desencadenar el incumplimiento de su abultada deuda externa, en medio de la renegociación que inició con Rusia, régimen con el que esperen firmar esta semana un acuerdo.
De hecho, fuentes del Kremlin que cita Efe señalan que el régimen de Vladímir Putin da por hecho que la firma será este miércoles, ya que el presidente venezolano Nicolás Maduro y el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, ya han anunciado que el acuerdo está cerrado.
En tanto, los incumplimientos referidos provocaron que la calificadora de crédito estadounidense Standard & Poors (S&P) rebajara este martes la deuda soberana de Venezuela en moneda extranjera a default después de que incumpliera el abono de los intereses en dos bonos, luego de que este fin de semana se cumplieran los 30 días del período de gracia.
El endeudamiento en moneda nacional de largo y corto plazo de Venezuela se mantiene en CCC/C, el grado anterior a suspensión de pagos, aunque con una vigilancia negativa por las perspectivas de que no se cumplan los pagos de ese endeudamiento. S&P señaló en un comunicado que hay un 50% de posibilidades de que el régimen de Maduro "entre en suspensión de pagos otra vez en los próximos tres meses".
Venezuela tiene una deuda total cercana a los 150.000 millones de dólares, con abonos anuales cercanos a los 10.000 millones, de acuerdo a cálculos oficiales, lo que genera un pago anual cercano a los 10.000 millones de dólares, "sin incluir lo que se cancela a China y Rusia" por varios convenios.
"Es muy probable que se considere cualquier reestructuración (de deuda) de Venezuela como un intercambio de deuda en dificultades y equivalente al default teniendo en cuenta las altas restricciones en la liquidez", se lee en al nota de S&P.
Sobre la renegociación con Moscú, se sabe que el monto a refinanciar es de 3.000 millones de dólares. A finales de 2011, Rusia le dio a Venezuela un crédito de 4.000 millones de dólares para la compra de armamento, que Caracas devolvió sin dilaciones hasta marzo de 2016, cuando empezaron los retrasos.
Embargo
A la aguda crisis económica, se suman las primeras sanciones que la Unión Europea ha confirmado sobre Caracas. La medidas implican un embargo de armas similar al que se aplica a Siria o Corea del Norte.
Según la BBC, los números de diversos organismos internacionales revelan que el impacto de esa medida, tanto para empresas o gobiernos europeos como para el venezolano será limitado, aunque no hay datos oficiales del gobierno.
Pese a su crisis, Venezuela se mantuvo en 2016 como el mayor importador latinoamericano de armas, pese a una reducción del 17% que hizo que el pasado año fuera el de menor demanda de armamento en este país en la última década. Las compras de material bélico cayeron en un 90% en el periodo 2015-206 respecto a 2013-2014, según la ONG venezolana Control Ciudadano.
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