El Gobierno empezó a mover su fichas en el tablero política ante a inmimente censura del ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, quien presentó esta lunes una carta a la presidenta del Legislativo, Luz Salgado, en la que solicita la cuestión de confianza del Congreso de la República, medida, según explicó en la misiva, ya había sido comunicada el viernes 16 de junio tras su presentación ante el Pleno del Legislativo.

En su escrito, Thorne señala que ese día acudió para atender a una invitación para "absolver las dudas suscitadas por la transmisión de un audio grabado de manera clandestina en mi despacho".


Tras admitir que fue "un error" tomar el nombre del presidente Kuczysnki en una polémica conversación con el contralor Edgar Alarcón, sostiene en su carta que el viernes pasado expresó que para permanecer en el cargo, además de la confianza del presidente, requiere la del Congreso. Por ello, solicitó que se someta a votación la cuestión de confianza, según lo establecido en el artículo 32 de la Constitución Política.

Durante el de semana, el titular del MEF ya había dicho que iba a renunciar a su cargo, pese que minutos tras su comparecencia en el Congreso, las bancadas de oposición lo instaron a que renuncie en los próximos días, para evitar su censura.

Este domingo se confirmó que la posición del Ejecutivo es, en lugar de ceder ante la presión del Parlamento, retar a la oposición encabezada por el fujimorismo a que asuma el costo de esta nueva crisis política, a través de la censura de Thorne.

El mismo Thorne inició la difusión de mensajes, a través de su Twitter, para dejar en claro tres cosas: su convicción de que no incurrió en un acto de chantaje en el polémico diálogo que tuvo con el contralor Edgar Alarcón; el respaldo que tiene del presidente Pedro Pablo Kcuzynski y del gabinete, y su mensaje en tono de reto dirigido al Congreso para que, de ser el caso, lo censure.

"Fui al Congreso por iniciativa propia, aclaré todo y respondí con la verdad a todas las preguntas que recibí", escribió Thorne, refiriéndose a su presentación ante el Pleno del Congreso del viernes.

En el segundo mensaje repitió una frase dicha en su descargo ante el legislativo: "Las personas decentes no chantajeamos ni nos dejamos chantajear".

"Tengo la conciencia limpia, la confianza del presidente y la del gabinete", subrayó Thorne en su tercer mensaje.

El titular del MEF en ningún momento se refirió a una posible renuncia al cargo. Por el contrario, incidió en que es necesario que el Congreso le renueve la confianza o, en su defecto, que opte por la vía de la censura.

"Si la mayoría parlamentaria quiere censurarme, puede hacerlo, la Constitución se lo permite. Si no, a avanzar juntos y hacer crecer el país", precisó.

Censura a la vista

Consultado al respecto, el parlamentario aprista Javier Velásquez Quesquén indicó que este lunes a mediodía se iniciaría en el Congreso la recolección de firmas para canalizar la censura de Thorne. "Nos vamos a reunir al mediodía las bancadas que hemos estado apoyando la censura al ministro. Si el gobierno no es capaz de resolver la crisis que ellos han originado, el Parlamento, en beneficio del país, tiene que corregirla", dijo a La República.

Si bien la decisión está tomada en el Apra, Fuerza Popular y Acción Popular y una facción del Frente Amplio, en Alianza Para el Progreso (APP) recién tomarán una posición sobre el tema este martes. Richard Acuña, vocero de la bancada, ya había adelantado que tanto Thorne como el contralor edgar Alarcón tendrían que renunciar. Sin embargo, esta postura no es compartida por la totalidad de su grupo parlamentario.

“Tenemos que defender la estabilidad política del país. Ese tipo de cosas nos está llevando al borde del abismo”, aseguró el congresista César Villanueva (APP), al sostener que estaba en contra de la censura del ministro.

De otro lado, en el Frente Amplio, el vocero Marco Arana viene insistiendo desde antes de la presentación de Thorne que este debe renunciar. No obstante desde el grupo Nuevo Perú, Alberto Quintanilla señaló que no apoyarán la censura del ministro, pues se trata de una iniciativa contra una persona y no por cuestionamientos a las políticas económicas.

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