"Difícil e insatisfactoria". Así calificó la canciller alemana, Angela Merkel, la cumbre del G7 —países que representan más del 64% de la riqueza global— en Taormina, Italia, que concluyó este sábado sin lograr pactos concretos en temas cruciales como el cambio climático y el comercio. Y en esta el presidente Donald Trump fue el principal responsable de este fracaso.
En suma, tras dos jornadas contrarreloj en busca de consensos para no perjudicar las frágiles relaciones con EEUU, los líderes del llamado Grupo de los siete —que integran Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido— no llegaron a grandes pactos, más allá de la lucha en contra del terrorismo y las sanciones a Rusia.
Prueba de ello es el comunicado final de la cumbre: escueto —seis páginas y 39 puntos— y con ideas diluidas, como el caso de la lucha contra el proteccionismo, cuya mención se incluyó, pero con matices como “combatir las prácticas injustas”, con el fin de satisfacer las suspicacias Trump, quien incluso se quejó del superávit comercial de Alemania, que alcanzó un récord de 250.000 millones de euros.
"Trump tiene otra política comercial que su predecesor", dijo el presidente francés, Emmanuel Macron. "Hace unos días pensábamos que EE UU se marcharía de los Acuerdos de París y no habría discusión. Así que creo que ha habido un progreso y un buen intercambio de ideas. Eso permitirá a Trump tomar conciencia de la importancia de lo que está en juego, incluso para su economía", agregó.
Así, al final, el debate sobre el clima, que era el que más preocupación causaba por la postura de Trump, se cerró con un 'ya veremos'. La declaración final señala que son seis países los que se mantienen firmes ante los compromisos suscritos en 2015 en París y que ahora esperarán el resultado de la reflexión interna de la Administración Trump hasta el próximo G20, que se celebrará en Hamburgo el 7 de julio próximo.
En lo que sí hubo consenso en el G7 fue en temas como Libia, Corea del Norte o la lucha contra el terrorismo en Internet, y entre las ausencias más flagrantes está la nula mención a Latinoamérica; ni siquiera en el capítulo comercial.
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