En abril pasado se supo que el Cuarto Juzgado Constitucional de Lima ordenó, en primera instancia, la nulidad del contrato de exploración y explotación de hidrocarburos en el Lote 116 ubicado en el Cenepa, en la región Amazonas. Ello como consecuencia de que el Ministerio de Energía y Minas y Perupetro no habrían cumplido con llevar a cabo la consulta previa y conseguir el consentimiento de las comunidades nativas. 

De inmediato la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) mostró su desacuerdo y su presidente, Felipe Cantuarias, afirmó que esta sentencia atenta contra la seguridad jurídica y es una mala señal para los sectores hidrocarburo y minero: “El mensaje que se envía es que los contratos firmados con el Estado peruano tienen una fragilidad peligrosa, que representa un riesgo para cualquier inversión, es casi una advertencia de que nuestro país no es un buen destino para invertir”, dijo.

Oscar Chigkun Mayan, joven awajun y apu de la comunidad nativa Antiguo Canan en el distrito del Cenepa, provincia de Condorcanqui, región Amazonas, respondió al empresario:

"Para el señor Felipe Cantuarias, la resolución que anula el contrato del Lote Petrolero 116 atenta contra la seguridad jurídica de las empresas, por lo que debe apelarse y dejar sin efecto. ¿Significa esto que los derechos empresariales en el Perú están por encima del derecho a la vida? 

Y además, este señor dice que "la explotación petrolera va a resolver el problema de la pobreza en Condorcanqui". Entonces, ¿quién tiene la responsabilidad de resolver este tipo de problemas en la zona, la empresa privada o el Estado? Salvo que la empresa quiera sustituir el rol del Estado, garantice derechos... pero eso es dable? 

O es que la pobreza en Condorcanqui se debe justamente porque empresas irresponsables entran y saquean los recursos de la zona sin control ninguno de parte del Estado y dejan las consecuencias más lamentables como la contaminación de nuestras aguas y territorios (elementos esenciales para la supervivencia y el buen vivir de los los pueblos indígenas). Y el lote 116 no es una excepción. 

Bueno, pues, a estas alturas ya no nos pueden engañar, seguimos en pie de lucha hasta que nuestros derechos sean respetados como debe ser. Los pueblos indígenas de Condorcanqui no estamos desesperados por esta sentencia, más bien la saludamos y festejamos. Pues, no creemos que nuestra pobreza sea porque empresas privadas no operan en nuestros territorios... Es más, vivimos alegres con este tipo de pobreza que nos atribuyen los grande medios de "CONFUSIÓN"...porque sabemos cómo salir adelante de nuestras limitaciones".  

 

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