Las consecuencias de la implicación de Graña y Montero (GyM) en el caso Odebrecht, que fue revelada el último fin de semana por el semanario "Hildebrandt en sus trece", comienza a generar no solo problemas a esta corporación, sino cambios en su interna.
En un comunicado, la compañía anunció que José Graña Miró Quesada, presidente del directorio; Mario Alvarado Pflucker, gerente general corporativo; y Humberto Graña Acuña, miembro del directorio; presentaron sus renuncias.
Por lo pronto, quien ha asumido la responsabilidad en la gerencia general corporativa es Luis Díaz Olivero. Según el comunicado de GyM, el flamante gerente es ingeniero industrial en la Universidad Católica y magíster en Administración por la Universidad de Pittsburgh. Desde 1993 trabaja en dicha corporación.
Esta decisión se produce luego de la caída de las acciones de GyM en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), que el viernes superó el 30% y hoy cayó 27%. También sufrió una pérdida en la bolsa de Nueva York (NYSE, siglas en inglés), lo que le ha valido que seis firmas le abrieron una investigación por pérdidas a sus inversionistas.
Al mismo tiempo, el Ministerio Público realizó una indagación en su sede el mismo viernes 24, con el fin de encontrar documentación referida al caso que tiene de vuelta y media a todo el continente.
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