Que la Santa Sede no reconozca como violaciones a los abusos cometidos por Luis Figari y le prohíban a este último el retorno al Perú, impidiendo que se le procese por los delitos de abuso sexual, lesiones graves, secuestro y asociación ilícita, no ha sido suficiente. La cereza del pastel la puso el cardenal Juan Luis Cipriani, a través de programa Diálogos de fe, en el que sostuvo que hay personas que pretenden convertir el caso Sodalicio en un tema político y lo aprovechan con el objetivo de maltratar a la Iglesia.  

Aunque el cardenal reiteró su condena al abuso contra cualquier niño, y también dijo que los casos de violaciones perpetradas por miembros de la Iglesia Católica "le está haciendo un daño enorme" a la institución, evitó referirse directamente al polémico pronunciamiento del Vaticano que sostiene que Figari no es un violador ni un pederasta porque no recurrió a la violencia para cometer los abusos y que sus víctimas no eran menores de edad.

“Condeno con toda mi fuerza y mi convicción el abuso contra cualquier niño y persona en nombre de una fe y nombre de una autoridad. Esto es un largo recorrido, lamentablemente, está situación le está haciendo un daño enorme a la Iglesia”.

Según Cipriani, el pronunciamiento de la Santa Sede confirma además que la que la Iglesia peruana nunca encubrió los abusos del Sodalicio y que "por decencia" soportaron críticas, y, de paso, volvió a hacer referencia a temas que nada tienen que ver con este caso.

“Nosotros defendemos la libertad de los niños, la transparencia. La Iglesia va a defender la vida en una marcha y el matrimonio entre hombre y mujer. Y si nos cortan la cabeza, bueno, estamos aquí para defender la patria”.

(Foto de portada: La República)

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