Uno de los deseos del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski es cumplir su promesa de campaña de reducir en un punto el Impuesto General a las Ventas (IGV) para, desde un enfoque tributario, solucionar el problema de la informalidad. El gobierno de PPK presupone que de esa manera se atraerá a la formalidad a los pequeños y medianos productores.
El ministro de Economía, Alfredo Thorne, ha dicho por ejemplo que esta medida, de ser aprobada, tendrá un impacto positivo dentro de uno y dos años aproximadamente. Esta disposición a la reducción del IGV, según el titular del MEF, tiene un efecto en un menor plazo ya que otros enfoques -otorgar libros contables, dar computadoras, etc.- tendrían beneficios en 15 o 20 años.
Y es que el gobierno central cree que con la reducción del IGV también se estimularía el consumo interno al dar la posibilidad de tener más dinero en los 'bolsillos'
Sin embargo, el economista Bruno Seminario no es optimista con esta mirada tributaria liderada por el MEF. En entrevista con el diario Gestión, el catedrático e investigador de la Universidad Pacífico, comentó con cierta ironía sobre la posible inefectividad de las medidas por las que viene luchando este gobierno.
Esto fue lo que dijo al respecto:
"Parece que asumen que va a tener a los ambulantes y microbuseros haciendo cola en la Sunat para pagar impuestos. El resto de informales son campesinos. No sé cómo van a hacer para cobrarles el IGV a todos ellos que son el grueso de la informalidad"
Para Seminario, el "grueso de la informalidad" se encuentra en esos tres sectores, en especial, el agrario. Presupone en lo dicho que el trabajo del Estado para formalizar va más allá de establecer una condición tributaria, pues, esos sectores tienen (y ofrecen) problemas que van más allá de si pagan impuestos o no -productividad, calidad de servicios, etc.-.
Seminario en una entrevista en la revista Ideele (número 256) ya había comentado sobre el falso presupuesto detrás de esta lectura que analiza el crecimiento económico únicamente en términos de formalidad e informalidad. Esto fue lo que afirmó en dicha ocasión:
"Entender la economía en términos de formalidad e informalidad es un invento de Hernando de Soto. Es mejor no usar esa palabra. Eso hace creer a la gente de que el problema es tributario, y que si se arregla, la economía se vuelve formal. A un campesino de Ayacucho que le suban o bajen los impuestos no lo convierte en formal. Acá existe el dualismo: hay un sector moderno altamente productivo y un sector de pequeñas empresas bajamente productivo. No es un problema tributario sino uno que se ha heredado en el tiempo. Son dos estructuras tecnológicas absolutamente diferentes".
En cuanto a las facultades legislativas aprobadas por el Congreso para que el Ejecutivo dicte medidas que eleven el crecimiento de la economía peruana, el investigador considera que éstas no impactarán demasiado, a menos que "se impulse una política fiscal muy agresiva que eleve la inversión pública". De lo contrario, la economía seguirá siendo guiada por la actividad minera.
Para Seminario, es vital la secuencia en que se ejecuten las medidas. "Primero habría que recuperar la inversión. Esperaría que el crecimiento se recupere y que aumente la demanda interna para tener más ingresos fiscales. Y hacia marzo (del 2017), si quiero cumplir mi promesa de campaña y veo que se afianza la recuperación de la economía, en unos seis o siete meses disminuyo e IGV. Ello porque el aumento de la demanda interna ya me permitiría recuperar parte de los recursos que se perderán con la rebaja".
Una de las medidas que Seminario le reconoció como positivo al gobierno de Ollanta Humala fue el Plan de Diversificación Productiva, un plan de largo plazo que "aún no se ha materializado y sería importante continuarlo", dijo en entrevista con Poder.pe. Y es que justamente este plan -con resultados visibles tras más de 10 años- apunta a aliviar de alguna manera los problemas estructurales que no permiten tener altas tasas de crecimiento en el país.
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